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Esos son los días que han pasado desde que nació Olivia. Esos son los días que han pasado desde el único día en que pude estar con mi primera hija afuera de mi barriga. No ha pasado un día en el que no piense en ella, diga su nombre o la extrañe más de lo que alguna palabra pueda explicar.

Este año, los días y las fechas se alinean exactamente igual que en el 2016. Este sábado fue mi baby shower espectacular… y también fue la primera vez que fui al hospital porque Olivia no se estaba moviendo como siempre. Yo estoy constantemente reviviendo todo lo que pasó, lo bueno y lo malo, pero este año siento que todo es como demasiado.

Quiero compartir un dato curioso cero divertido, yo no he podido ir al baño principal de mi oficina desde el 16 de junio de 2016. Fue ahí cuando “me cayó la locha” que algo estaba mal, me dije en voz alta: Está flotando. Llené mi botella de agua y me fui al hospital. Más nunca he vuelto y no tengo ninguna intención de hacerlo en el futuro próximo.

Esta es la sexta iteración del calendario de Olivia y es realmente una MUY especial. En los últimos años, le he pedido a familiares y amigos que me dieran ideas de actividades para poner, ha sido lo máximo ver como todos han querido estar involucrados. Las invitadas de este año y yo tenemos una conexión en otro nivel más allá de ser amigas y/o familia. Aparte de algunos días que me guardé para mí, la mayoría de las actividades me las dieron mamás que han perdido bebés.

No todas las pérdidas han sido iguales, y cada día van a leer más de cada una de ellas, pero la constante es la pérdida de nuestros hijos que todas hemos tenido. Todas hicimos todo perfecto, todas amamos a nuestros bebés desde el momento que vimos el positivo en la prueba de embarazo, y todas estamos viviendo sin uno o más de nuestros hijos. 

Este es el calendario más importante que he hecho hasta ahora. Quiero que todo el mundo oiga cada voz y cada historia que quiera ser dicha. Quiero que sepan que esto le puede pasar a quién sea y que no hay nada de lo cual sentirse avergonzada. Siempre he sentido que somos nosotras las que andamos marcadas en la sociedad o hasta nos auto proclamamos “pavosas” por lo que hemos pasado. Sé que mucha gente prefiere que estas historias no se digan para no asustar o bajar el estado de ánimo del embarazo. Yo estoy en total desacuerdo.

Hasta el 16 de junio de 2016, yo no tenía ni la menor idea de que una bebé perfectamente sana se podía morir a la semana 37 de un embarazo perfecto. Nunca había escuchado historias de alguien a quien le hubiera pasado, nunca vi una película o serie de televisión en la que pasara, así que para mí, esa nunca fue una posible realidad. Si hubiese sabido, no me hubiese ido del hospital el 15, me hubiese quedado pegada a todas las máquinas posibles hasta que ella estuviese conmigo sana y salva. La muerte de Olivia pudiera haber sido prevenida, si tan sólo hubiese sabido que se podía morir antes de nacer. Daría lo que no tengo por haber leído una de las cientos de historias que conozco hoy, siento que me hubiese dado herramientas para saber que mi conexión con Olivia era perfecta y que debía haber confiado más en mi cuando las parteras y un doctor me dijeron que todo estaba bien, que era que se estaba quedando sin espacio. Yo sé que todos saben lo devastadora que ha sido la muerte de Olivia para mi, yo sé que la gente que me quiere también la han pasado mal por mi y por la niñita a la que todos esperaron ansiosamente. No me cabe duda que todo el mundo entiende la magnitud de mi pérdida (¡y también porque nunca paro de compartirla!). Esta es mi historia.

Durante junio, espero traer conciencia a muchas otras historias de pérdidas: las que lamentablemente no se podía hacer nada, las devastadoras donde los padres tuvieron que tomar la decisión más difícil de sus vidas y algunas como la mía. Todas pasaron en momentos distintos y el mundo nos ve de maneras distintas cuando piensan en la pérdida de un bebé. Yo siento que nosotros nos vemos iguales entre nosotros, mamás y papás que perdieron a una hija o hijo y que haríamos lo imposible porque estuvieran aquí con nosotros.

¡Como siempre, hagamos que Junio sea épico!

Mariana