El Año de Mariana

Todo se siente diferente este año. De alguna manera, en medio del caos, mi mundo se siente más “brillante”, no sé si esa es la palabra en español; todo se siente como más prometedor o quizás simplemente ¿mejor? Empecé a pasar por algo el año pasado y terminó/comenzó a fines del 2022 cuando me di cuenta de que me había dejado olvidar a mi misma.

Siempre me han encantado mis cumpleaños, me encanta la idea de tener un chance de reinvención en una fecha determinada cada año. Al mismo tiempo, a veces he sido un poco “mal pegada” y tengo una afinidad grande con lo nostálgico, así que durante mucho tiempo estuve emocionada por el futuro y, al mismo tiempo, no soltaba un pasado que no podía y, a veces, no quería cambiar. El año pasado pude viajar sola con mis hermanos por primera vez. ¡Fue mágico! Fuimos a nadar a un lago muy frío y mi “misticismo” llegó a un punto muy alto con el universo gritándome que las cosas tenían que cambiar. El año pasado también pude volver a conectarme con personas que no había visto o con las que no había hablado de verdad en muchos años. Cada uno había pasado por cosas diferentes y al hablar parecía que ni un día hubiese pasado y nunca nos separamos. El concepto del “Año de Mariana” comenzó durante una de esas conversaciones. En ese momento “me cayó la locha”: los primeros 40 años de mi vida no fueron completamente míos. Fui una bebé, una niña chiquita, un niña, una adolescente, un adulto joven, una joven que se creía adulta, alguien con un futuro incierto, alguien cuya vida cambió por decisiones que no fueron mías, y muchas más iteraciones de una misma persona. Vamos a estar claros, algunos años de personas tomando decisiones por mí en los primeros 40 años tiene mucho sentido. Todos hicieron lo mejor que pudieron con lo que tenían y sabían. Todos tomaron decisiones que consideraron mejores para mí y para ellos en determinados momentos. Les agradezco a todas esas personas pos eso, nuestras experiencias ayudaron a dar forma a lo que soy. Yo misma también tomé decisiones (y las sigo tomando a diario) que realmente creí que eran las mejores en el momento de tomarlas.

¡A por los próximos 40!

Por si no es obvio, el 3 de Abril de este año, cumplí 40 años (yei!). A finales del 2022 hice una especie de plan de pasar este año (2023) trabajando en mí y trabajando duro para crear una base sólida de lo que quiero que sea mi vida en los próximos 40 años. Al momento de escribir esto, estoy en un lugar maravilloso, he tomado parte en un montón de experiencias increíbles e incómodas para entenderme y conocerme a mí misma. He entendido más sobre mi ego y cómo ha influido en muchas de mis decisiones y pensamientos. He hecho muchos “viajes” para entender y aceptar radicalmente que algunas cosas no pueden cambiar, creerle a las personas que me dan mensajes claros que me rehúso a entender y que también necesito “dejar de enojarme con las personas por no ser quienes quiero que sean”. Eso me incluye a mí misma. Les recomiendo de todo corazón que emprendan este viaje y lo hagan sin juzgarse a ustedes o a otros. Dejen ir lo que creen que saben y abran la puerta con una mente y un corazón abiertos. Ojo, esto no se acaba el 31 de diciembre de 2023, simplemente cambiará. Este año se trata de empezar todo esto.

Este año también se trata de re-conectar con la persona que soy como ente único. La persona que soy aparte de mamá, esposa, hija, hermana, amiga, empleada y cualquier otra cosa que soy para la gente. Así que, se me ocurrieron una serie de experiencias y actividades que me ayuden a “volver” o llegar a la persona que realmente soy/quiero ser. La persona que era o pude haber sido antes de cambiarme para poder encajar en un molde que me dijeron que era el que es. Antes de todas las veces que me traicioné a mí misma, para complacer a otros (algunos que ni siquiera me lo pidieron) y me cambié porque sentí que tenía que hacerlo para ser aceptada y querida. Me estoy volviendo a conectar con la naturaleza, estoy trabajando para comprender mi propósito y cómo vivir/trabajar alineado con él, estoy dejando ir cosas a las que me he aferrado porque "es lo que se supone que debes hacer". Estoy re-evaluando muchas ideas y creencias para entender si realmente son mías o si me las dieron y simplemente seguí mi vida con ellas. Estoy viviendo una vida intencional, presente, consciente y conectada conmigo y con los míos.

Alineada con todo esto, también quiero cambiar las cosas por aquí. Quiero poder ayudar a las personas no sólo desde el punto de vista de una Mamá en duelo. Eso siempre estará aquí y la influencia de Olivia en mi vida también es una de las razones más importantes por las que quiero cambiar mi normal y cómodo. El calendario de este año tiene muchas de las cosas que estoy haciendo para el Año de Mariana, algunas cosas se repiten de otros años y otras son nuevas y muy específicas. ¡Haz lo que puedas, haz lo que quieras, no hagas nada y simplemente sé feliz!

Estén atentos a los cambios que vendrán por aquí. Mientras tanto, espero que disfrutes junio de 2023 y que puedas tener un mes que te haga sentir tan épic@ como eres.

Día 30: Haz una meditación de agradecimiento. Trata de mantener la perspectiva

Mi amiga Sonali es una humana muy centrada, siento que siempre puede ver las cosas desde una perspectiva diferente a la suya. Sé que ella nunca estará de acuerdo con esto, pero Sona es totalmente abnegada, siempre trata de hacer un esfuerzo adicional por los demás, especialmente por su familia. Estoy publicando esto un poco tarde porque Sonali me mandó un mensaje de voz con su historia (¡que me encantó!) y eso significaba escuchar su mensaje muchas veces para poder realmente escuchar, transcribir todo y hacer unas cuantas pausas para llorar con su voz. Sonali es más valiente de lo que jamás admitiría y me ha ayudado en algunos de mis peores momentos simplemente estando ahí para mí, de una manera increíble, incluso si es solo una palabra en un mensaje de texto. Esta es la historia de Rahul, contada por su mamá:

“Mis pensamientos sobre esto son bastante confusos. Mi embarazo con Rahul en general fue muy, muy feliz. Me sentí increíblemente bendecida de quedar embarazada tan fácilmente y tan rápido. Sentí que mi cuerpo sabía exactamente qué hacer. Tuve náuseas muy malas y todo al principio, pero pensé que era mi cuerpo haciendo lo que tenía que hacer. Siempre tuve este sentimiento general de felicidad e inmensa gratitud, sintiéndome bendecida y muy afortunada. Tuve una sensación intuitiva de que el primer embarazo sería muy fácil, no sabía qué me depararían futuros embarazos, pero siempre pensé que la primera vez sería muy sencillo y así fue exactamente como sucedió. Todos las ecografías estaban bien, luego después de la ecografía de la semana 20, en un momento sentí que se estaba moviendo menos, así que fui al hospital, nos chequearon y todo estaba bien estaba bien. Siempre lo atribuyeron a que la placenta era posterior, creo que fui un par de veces más y siempre que me chequearon y todo estaba bien.

Todo estaba bien y de repente la barriga me creció muy rápido. Me empezaron unos dolores de espalda muy fuertes, y un día, casi a las 38 semanas, estaba en el metro camino a casa del trabajo, sentí un dolor de espalda inaguantable. Recuerdo que pensé que tenía que llegar al hospital para que me revisaran y estaba convencida de que era una infección renal o algo así. Llegué y era obvio que tenía mucho dolor, no podía contener las lágrimas y algo andaba mal. Me evaluaron y revisaron a Rahul y todo parecía estar bien. Tenía mucho líquido amniótico, y ahora sé que probablemente deberían haberme dicho que guardara reposo en cama, porque la cantidad que tenía podría haber provocado el parto en cualquier momento. Me admitieron esa noche porque el dolor de espalda era muy fuerte y me iban a hacer un estudio de los riñones o lo que sea solo para ver qué estaba pasando. En la mañana, cuando vino el doctor a hacer las rondas, estaba arrodillada en la cama porque el dolor en la espalda era muy fuerte. Minutos después, un portero vino a buscarme con una silla de ruedas y dijo que querían hacerle una ecografía al bebé. ¡¿Estaba tan confundida, le habían hecho una el día anterior y se suponía que esto era para revisar mi espalda?!

Entonces bajé y la doctora estaba allí, y fue entonces cuando todo comenzó a desmoronarse. La doctora llamó a su jefe, yo llamé a Harry y me dijeron que creían que el bebé tiene una hernia diafragmática, lo que significa que es muy probable que los pulmones del bebé no se hayan desarrollado correctamente y que la tasa de supervivencia del 30 % en esos casos; pero había que ver a que llegara el bebé. Obviamente todo se derrumbó, no podía entender ni creer que a las 38 semanas de embarazo nos estuvieran diciendo esto. 

A pesar de que la inducción comenzó el martes, no había pasado nada para el viernes, por lo que dijeron que me iban a romper fuente para intentar avanzar. Todo el tiempo pensé en el 30 % de posibilidades que nos habían dado, estaba pensando que todo iba a estar bien, va a estar bien, no hay forma de que este bebé me deje y voy a tomar el 30 % . Al final, como a medianoche nos dijeron que iban a tener que hacer una cesárea de emergencia. La sala estaba llena de médicos neonatales que esperaban por Rahul y, obviamente, el equipo que me iba a hacer la cesárea. Nos dijeron que si lograba salir de la sala de operaciones tenía una oportunidad, así que pusimos toda la voluntad y la fuerza que teníamos en el universo para que saliera de esa habitación y eso era todo lo que yo estaba viendo. 

Cuando Rahul salió, era perfecto, solo era ahh… una cabeza llena de pelo oscuro y rizado con las extremidades más hermosas, parecía leche! Él era simplemente perfecto. Pude ver que los médicos de la UCIN (Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales) realmente estaban trabajando duro con él, lo cual fue aterrador, pero en ese momento la concentración más fuerte era para que lograra salir de la habitación. Los médicos fueron muy amables y me pusieron su camilla al lado mío mientras se reorganizaban para que pudiera verlo un poco. Luego, Harry siguió a Rahul a la unidad de UCIN.

Mientras salían los médicos, me dijeron: no tiene hernia diafragmática pero está muy mal y no sabemos qué le pasa. Las próximas 24 horas van a ser críticas, y siguieron los próximos 12 días. Algunas de las conversaciones que tuvimos que tener y las decisiones que necesitábamos tomar estaban más allá de mi capacidad e intelecto y de los ámbitos de todo lo que alguna vez tuve que hacer. Y era tan perfecto que era demasiado grande para las camas de la UCIN. Finalmente, el día 12 estaba demasiado cansado y había sido revivido demasiadas veces. Y así, en ese duodécimo día lo cargué por primera vez, para que pudiera morir en mis brazos... lo cual es... no puedo creer que sobreviví a eso para ser honesta. Simplemente es lo más horrible, la primera vez que lo cargué, fue para que pudiera morir. 

Seis años más tarde no hemos dejado de pensar en cómo sería él, si hicimos las cosas bien, si lo dejamos sufrir demasiado. No sé qué decir aparte de que se siente como si un tren de carga se hubiera estrellado contra ti y de alguna manera el mundo sigue girando. Sientes que no sobrevivirás a la tristeza y el resto de tu vida realmente no quieres. 

Tuve el embarazo más feliz y el niño más perfecto e hice las cosas más inimaginables que una madre tendría que hacer, todavía no puedo creer que hayamos sobrevivido a eso. 

Dicen que existen varias etapas en el duelo, pero todavía estoy atascada en la etapa que trata sobre él y su pérdida. Aunque tal vez, tal vez esté en un lugar mucho más hermoso que donde estamos nosotros y tenga una vida mucho mejor de la que yo podría haberle dado; pero no puedo estar segura de nada de eso y de todos modos estoy divagando ahora. Supongo que la razón por la que hablo de hacer una meditación de gratitud es porque él es mi mayor bendición y es perfecto y siempre estaré agradecida por él”.

Día 26: Cómete una papa o alguna comida que abrace tu alma

Tarryn y yo nos conocimos en septiembre del 2017, en una reunión de apoyo de embarazo después de pérdida de Sands. Yo estaba embarazada de Eloise y ella estaba tratando de pensar cómo podría ser un embarazo después de perder a su hijo Robin. Desde esa primera reunión, me asombró Tarryn, habló con tanta confianza y franqueza sobre su hijo y por todo lo que había pasado. Tenía opiniones y quería hablar con gente que había estado allí. Nos hicimos amigas de inmediato. Además, las dos somos de "países del tercer mundo", ella es de Sudáfrica y yo soy de Venezuela. Siempre he dicho que si hubiera estado en Venezuela cuando estaba embarazada de Olivia, ella estuviese aquí. No solo porque hubiera podido pagar la mejor atención médica privada, sino también porque los médicos son muy cautelosos, tienes ecografías constantes para medir al bebé (¡en lugar de la barriga!), Tienes una relación real con tu médico. donde saben tu nombre, conocen a tu familia y tienes su número de teléfono (no uno donde eres un número de hospital y llegas a un lugar donde tienen tanto que te caes por las grietas y los bebés se mueren). 

Durante mi embarazo con Olivia tuve parteras épicas y les decía todo el tiempo lo extraño que el bebé solo fue medido dos veces (sí, ¡loco!) pero mi barriga se midió en cada visita. También creo que si ese equipo me hubiera visto en el hospital, las cosas podrían quizáaas haber sido diferentes. Tarryn sintió lo mismo por Robin y cómo podrían haber sido las cosas si ella hubiera regresado a casa. El último mensaje que me envió fue hace dos semanas, con la historia de Robin, contada por su épica mamá:

“Recuerdo tan vívidamente la mañana en que descubrí que estaba embarazada por primera vez. Estaba caminando por Putney Hill y pensé ¿por qué tengo tantas náuseas? y no me había venido la regla. Ya va. ¡¡¿¿Podría ser??!! Pasaron una hora o dos y me conseguí con mi esposo cerca del trabajo en el pequeño jardín afuera de One New Change en la ciudad para llamar a nuestras familias de inmediato y decirles "¡vas a ser abuela, tío abuelo, etc.!" Estábamos tan emocionados. Recuerdo esas primeras semanas muriéndome de hambre por las mañanas, a pesar de las náuseas y las arcadas, ¡¿desesperada por papas con ajo?! ¡Sí, cualquier cosa sabrosa y rica para el desayuno sería suficiente! Iba al Marks & Spencer todas las mañanas antes del trabajo para comprar uno o dos sándwiches de salchicha jaja, y me sentía muy emocionada. Realmente todo parecía estar bien en nuestro primer trimestre, pero en la víspera de Año Nuevo, a las 14 semanas de embarazo, las cosas comenzaron a cambiar. Desafortunadamente, cuando llegamos a las 19 semanas de embarazo, después de semanas de ir y venir del hospital con sangrado continuo, sufrí mi segunda hemorragia anteparto. Unos días después, debido a más complicaciones, incluyendo la ruptura de mi fuente, nos dijeron que tenía que dar a luz si quería salvar mi vida, pero que nuestro bebé sería demasiado pequeño para sobrevivir. Despedirme del bebé que felizmente pateaba mi barriga esa tarde fue uno de los días más oscuros de mi vida. Nuestro dulce bebé, Robin, nació el 5 de febrero de 2017. Recuerdo que la partera dijo: "Era perfecto". —— Robin me hizo madre. Su nacimiento y muerte me rompieron, pero también me permitieron reconstruirme y ahora respiro más profundamente y veo más color en cada hoja y cada flor y estoy muy agradecida por lo que tengo en este tiempo que tengo en la tierra. El latido del corazón de Robin cambió quién era yo para siempre, y extrañaré y amaré ese latido del corazón para siempre. — Una de las formas en que eventualmente comencé a sanar mi corazón después de perder a Robin fue uniéndome a las reuniones del grupo SANDS con otros padres que han perdido a sus bebés. Y es este grupo de mujeres, y todos nuestros bebés ángeles, quienes me salvaron y me hicieron sentir normal en un momento anormal. Esas amistades aún continúan ahora, cinco años después, a medida que nuestras vidas han avanzado, la angustia del dolor se ha vuelto más suave con el tiempo, pero estamos conectadas en el corazón. Siempre estaremos en la vida de las otras y celebraremos a los hijos de las demás, a todos nuestros hijos.”

Le envié un mensaje a Tarryn hoy para asegurarme de que estaba contenta con lo que quería publicar y agregó algo que creo que es muy importante compartir hoy: "Lo único que agregaría sería que desde la primera vez que nos conocimos me di cuenta de que nada podría haber salvado a Robin. Pero las decisiones que tomamos en ese momento me salvaron la vida a mi”. No quiero hacer esto político, pero esto es más que eso, se trata de salvar vidas y quitarles una decisión ENORME a las mujeres que están embarazadas. Tarryn y yo hablamos un poco más: 

M: Dime lo que piensas, quiero ser diplomática pero no puedo dejar de pensar qué demencia es lo que está pasando en Estados Unidos en este momento. 

T: ¡¡¡Exactamente!!! Si no me hubieran inducido, muy probablemente podría haber muerto... Me siento tan enojada y confundida con el mundo... Pero esto en los Estados Unidos me ha pegado mucho... No sé qué hubiera pasado si hubiesen dejado que me diera una hemorragia y se volviera sepsis…. Y me pone furiosa que le puedan hacer eso con la medicina moderna a alguien en los EE. UU. Le digo a la gente que si hubiera vivido en una aldea rural en África podría haber muerto, resulta que lo mismo podría haber ocurrido en los EE. UU. ahora…

He compartido muchas historias en lo que va de este mes, y todas tienen una cosa en común: no pasa un día en el que no queramos que nuestros hijos estuvieran aquí. Todas extrañamos a nuestros bebés y lloramos por las vidas que deberían haber sido. Sin embargo, algunas de nosotras tuvimos que tomar decisiones. Decisiones imposibles que a ningún humano se le debería pedir que haga, algunas por sus hijos y pensando en la vida (o falta de ella) que habrían tenido y otras porque necesitaban salvar su propia vida. Sí, es una elección imposible que te persigue incluso cuando tu vida está en riesgo, pero quitarte esa opción es impensable y aún más cruel. Esa es una elección que sólo pueden hacer las personas que están embarazadas. Le mando un gran abrazo a cada persona que tiene que hacer este tipo de elección y a aquellas cuyas elecciones se están tomando por ellas.

Día 25: Mira una de tus películas preferidas y tómate tiempo para ti

Conocí a Natalie durante mi primera o segunda reunión del grupo de apoyo de Sands. Incluso antes de que hablara, me sentía vinculada a ella y solo quería abrazarla. Me recordaba mucho a mi prima, una de mis personas favoritas en la tierra. Natalie estuvo callada la mayor parte de la reunión y sus ojos estaban intensamente tristes, supongo que todos nuestros ojos lo estaban; pero había algo más en Natalie. Ella es la más joven de nuestro grupo de Awesome Mums y es más sabia que los años que tiene. Me siento extrañamente protectora con Natalie, tal vez porque la veo como mi prima chiquita, tal vez porque no puedo imaginarme pasar por todo lo que pasamos cuando tenía 20 años, o tal vez es simplemente porque reconocemos nuestro dolor y estamos vinculadas de alguna manera. 

Natalie quería participar en el calendario desde el principio, pero podía sentir la vacilación de compartir a Lyla con el mundo. Resulta que ella nunca ha escrito algo para compartir con el mundo. Sé exactamente lo difícil que es eso, he estado compartiendo abiertamente a Olivia durante casi 6 años y todavía es difícil y aún tengo muchos sentimientos que tengo demasiado miedo de escribir. Entonces, demos la bienvenida a mi querida y valiente amiga Natalie, quien comparte su historia por primera vez:

“Quedé embarazada de Lyla en el 2015 cuando tenía 20 años. Mi embarazo y parto con ella fue muy difícil y traumático y hasta el día de hoy todavía me cuesta hablar y lidiar mentalmente. Me llevaron de urgencia al hospital la noche del jueves 25 de febrero del 2016. Estaba en trabajo de parto y estaba perdiendo mucha sangre. Había mucho ruido, pitidos, sonidos de parteras, médicos, luces brillantes. No sabía lo que estaba a punto de suceder. Recuerdo la cara del médico que me miró a los ojos y me dijo "el corazón de tu bebé no está latiendo". Tenía tanto dolor que no entendí lo que estaba pasando en ese momento. Intenté levantarme de la cama. Lyla nació a término completo el 25 de febrero de 2016 a las 9:30 p. m. Estuve mucho tiempo en trabajo de parto y luego tuve que ir al quirófano porque se me atascó la placenta. Estuve muy cerca de recibir una transfusión de sangre debido a la cantidad de sangre que perdí. Fue el peor día de mi vida pero también el día que nació mi hermosa hija. Ella era y es perfecta. Nos quedamos en el hospital con ella durante dos días en una suite de mariposas. Estaba increíblemente débil, pero esos dos días significaron mucho para mí. Nunca olvidaré cuando la cargué, abracé, sentir su piel suave, su calidez y decirle cuánto la amo y lo hermosa que es. Luego seguimos volviendo a visitarla hasta su día.

Nos preguntaron si queríamos una autopsia y decidimos no hacerlo. Solo quería que la dejaran como estaba. Hasta el día de hoy pienso si esa fue la decisión correcta. Los médicos dijeron que su cordón umbilical estaba enrollado alrededor de su cuello. Eso es algo que nunca sabré, por qué sucedió eso, por qué tuvo que morir. Me culpé durante mucho tiempo y algo en lo que he trabajado a través de la terapia. Esos pensamientos no se han ido, siguen ahí, a veces se apoderan de mí y otras no. Siento que como su madre, no pude protegerla, no pude mantenerla a salvo y eso me rompe todos los días. Estaba fuera de mi control. Al recordar mi embarazo con Lyla, seré honesta y solo le he dicho a algunas personas cómo me sentí porque tenía miedo de la reacción. No disfruté mi embarazo y reflexionando, caí en una depresión. Me sentí increíblemente deprimida y sentí que no tenía a nadie a quien recurrir a pesar que tenía mucha gente a mi alrededor. ¿Por qué me sentí así? Seguramente el embarazo está destinado a ser un momento feliz y alegre. Esto fue lo mismo a lo largo de mis embarazos posteriores con la hermanita y el hermanito de Lyla. No disfruté mis embarazos, mentalmente no me las arreglé bien. Había pequeños momentos, uno de ellos era la música, disfruté escuchando música cuando estaba embarazada de todos ellos y verlos/sentirlos moverse cuando la música estaba sonando. Eso me consuela, saber que comparten eso juntos. La conexión especial que tienen juntos como hermanos mientras crecieron en mi vientre.

Las mariposas son lo que me conecta con Lyla porque la habitación en la que nos quedamos era una suite de mariposas. Siempre me han gustado las mariposas, pero ahora son muy especiales para mí. Cuando las veo creo que es ella que viene a saludarme o a ver cómo estoy. El día de Lyla, todos usaron una mariposa rosa brillante. Durante estos últimos 6 años ha sido increíblemente duro y todavía lo es. Un dolor que nunca desaparece. Lucho todos los días con ansiedad y trastorno de estrés postraumático (PTSD) y tuve terapia para ayudarme con eso porque llegué a una etapa en la que era muy difícil pasar el día. Algunos días son más difíciles que otros. He aceptado que es parte de mí ahora, pero no me define. Todos los días, pienso que ojalá ella estuviera aquí. Creo que si está, pero no como yo quisiera. Ella está en todo lo que hago ahora. Siempre estaré agradecida de que me haya elegido para ser su mamá y por lo que ha mostrado y hecho por mí. El día que nos dieron de alta del hospital puse una de mis películas favoritas de Disney, Lilo y Stitch, y lloré. Una cita de la película es: "Ohana significa familia, familia significa que nadie se queda atrás ni se olvida". Eso siempre estará conmigo y es mi lema. La familia es tan importante. Lyla es hermana mayor de su hermana pequeña Faye y su hermano pequeño Kai. Creo que ella me los trajo. Saben de su hermana mayor y Faye ahora habla de ella. Lyla tiene su propio gabinete especial en casa y le compro cosas para que siempre esté incluida. Me trae algún tipo de consuelo, porque no me sentiría bien si no la incluyera. Otra tradición que hacemos para Lyla ahora es que ella tiene su propia alcancía donde ponemos dinero cada mes hasta su cumpleaños y luego donamos todo el dinero a una organización sin fines de lucro en memoria de ella. Eso es todo lo que puedo hacer por ella. Ella siempre estará incluida porque es y siempre será parte de nuestra familia. Mi hija mayor, la niña perfecta que me hizo mamá. Gracias princesa por traerme a Faye y Kai y por mostrarme que está bien no estar bien, pero sobre todo por darme el mejor título del mundo "mamá". 

Te amo y te extraño mucho por siempre y para siempre. Mi pequeña mariposa 🦋”

Día 24: Haz algo que haga que tu corazón lata fuerte (de una buena manera)

Ni siquiera sé cómo comenzar a escribir esto, tengo mucho que decir y no tengo suficiente espacio. Claire y yo nos conocimos en el 2010 (¿u 11?), cuando compartimos una casa, yo buscaba una cocina a gas y ellos buscaban gente; así que Jonas y yo nos mudamos. Nunca había conocido a alguien como Claire Mackenzie, ella es puro corazón, alegría, aventura, pasión y diversión. Ella es alguien que vive la vida y hace todas las cosas que "tenemos" que hacer, siempre siendo fiel a sí misma y en lo que cree. Claire no compromete sus valores fundamentales y actúa cuando sabe que algo está mal en principio, inclusive si no la afecta a ella directamente. Me enamoré de Claire en el momento en que nos conocimos y estoy segura de que hay un universo paralelo en el que crecimos juntas y éramos familia de sangre. En esta realidad, estoy más que agradecida que nos hayamos encontrado y nos hayamos convertido en una familia elegida. 

Claire es el tipo de persona que ama y apoya COMPLETAMENTE a sus amigos y familiares en todo lo que necesitan. Nunca he sentido nada aparte de amor y comprensión de su parte (¡incluso cuando merecía una pequeña cachetada!) Claire siempre hace todo con amabilidad (de verdad no puedo traducir kind!!!). Sé que con Claire no hay ningún tema fuera de límites, sé que pase lo que pase ella me envolverá en su amor y me dará lo que necesite de ella en ese momento (abrazos, palabras, silencio, atención). Las personas como Claire realmente hacen del mundo un lugar mejor y no creo que haya una persona en el universo que, después de conocer a Claire, no esté de acuerdo con esto.

Primero quiero compartir una publicación que Claire puso en octubre del 2018, para la semana de concientización sobre la pérdida de un bebé, junto con una foto de ella en el 2014, "al comienzo de mi primer embarazo, cuando pensaba que la pérdida de un bebé era algo que le pasaba a otras personas". : 

• Al menos sabes que puedes quedar embarazada 

• Al menos fue solo cuando tenías <<inserte el número de semanas>> 

• Al menos tienes a <<inserte el nombre del hijo vivo>> 

• Siempre puedes volver a intentarlo 

• El bebé estaba enfermo, era para lo mejor 

Cosas que dije/pensé antes de abril del 2014 cuando escuchaba las palabra 'aborto espontáneo'. Ahora me han dicho todas estas cosas y sé que no hay "al menos", no hay esperanzas. Tal vez hay cosas que son un poco menos mierda de lo que podrían haber sido. No sabía que cuando tienes un aborto espontáneo, a menudo tienes que someterte a una operación para eliminar los "productos de la concepción", también conocido como tu querido bebé. 5 operaciones después, lo sé. No sabía que tomaría tanto tiempo recordar dejar de poner tu mano, protectoramente, en tu estómago después de perder a tu pequeño amor, ahora lo sé. Nunca imaginé que alguna vez me pedirían tomar la decisión de perder a mi hijo, después de haber descubierto que su vida sería extraordinariamente difícil si hubiera vivido. Ahora sí. Desearía poder retroceder en el tiempo y hablar con mi versión de  antes de abril  del 2014 y decirle que simplemente abrace a todos los que me dijeran que habían perdido a su bebé. No quiero ofrecer clichés, solo decirles que lamento mucho su pérdida y decirles que si alguna vez necesitan hablar sobre su bebé; Estoy aquí. Si nunca han experimentado la pérdida de un bebé o que tu pareja pierda un bebé, me siento muy aliviada por ti, pero por favor, si te enteras de un amigo que sí lo ha hecho, no seas la yo de antes del 2014, solo escúchalo y abrázalo.

Cada vez que escucho que perder un bebé "son cosas que pasan", quiero gritar, ¡NO DEBE SER! A Claire, como a muchas otras mujeres, profesionales médicos le dijeron eso sin tratar de buscar más explicaciones. Le dijeron que dos o incluso tres abortos espontáneos son normales. ¿Normal para quién? ¿Se supone que las familias simplemente deben volver a trabajar como si nada hubiera pasado y permanecer en las sombras porque tampoco "deberías hablar de eso"? No ha sido fácil para Claire, siguió buscando respuestas sobre por qué tenía abortos espontáneos y rara vez se le dio el espacio y el respeto que se merecía (y merece). Ella fue su propia defensora desde el principio, trató de obtener respuestas para cada uno de esos bebés, como lo hace cualquier madre. 

Hoy quiero hablar específicamente de Nico, mi sobrino y el hijo del medio de Claire. Como he advertido con las otras historias, estaré escribiendo y compartiendo más sobre Terminación por Razones Médicas; eres bienvenido aquí solo si puedes presentarte con el corazón abierto. 

El 13 de marzo de 2018 a las 9 a.m., Claire me envió un mensaje diciéndome que estaba embarazada pero que, lamentablemente, las pruebas confirmaron que el bebé tenía una condición que haría que su vida fuera muy difícil de vivir y con implicaciones graves para toda la vida. Claire terminó su texto así: “Voy a cumplir 15 semanas. Realmente no puedo creer que esté escribiendo esto. Lamento darte una noticia tan mala, pero sé que querrías saber y no puedo esconderte esto”. Soy su familia, nunca debería sentirse avergonzada o mal por decirme lo que sea que esté pasando. Pero lo hacemos, nos da miedo decir las cosas en voz alta e incluso escribirlas. A veces es porque tenemos miedo de ser juzgadas, y otras porque de alguna manera sentimos que son más reales cuando están ahí afuera. 

Nico nació 4 días después de ese mensaje, el 17 de marzo de 2018 a las 4:26 pm, Claire me envió un mensaje: “Era pequeño, como un duendecito, y estaba perfectamente formado. Tuvimos la suerte de poder pasar un tiempo con él y pude abrazarlo. Nunca lo olvidaremos”

Los padres que toman la decisión imposible de interrumpir un embarazo son, en su mayoría, juzgados negativamente. ¿¡Por qué el mundo hace esto!? ¿No es suficiente con lo que están pasando? Tres días después del nacimiento de Nico, le envié un mensaje a Claire sobre ARC, la organización sin fines de lucro que aboga por resultados y opciones prenatales. Lo que respondió a continuación me rompió el corazón: “Tengo algunos folletos de Sands… Me siento rara con Sands. Siento que porque ELEGÍ dejar ir a Nico, no merezco recibir su ayuda. Pero ahí estamos, esa es mi mierda” Ella estaba pasando por el peor momento de su vida y todavía sentía que no merecía ayuda, porque tomó la decisión más difícil que cualquier padre tendría que tomar. No estoy de acuerdo con ella, y le dije entonces, pero puedo entender de dónde venía en esos momentos oscuros. Después de la muerte de Olivia, lo que más sentí era vergüenza y miedo, me escondía en lugares aleatorios si me encontraba con personas que la última vez que me habían visto, estaba embarazada, porque si no iba a vomitar. Espero que Claire sepa que se merece TODA la ayuda que hay para tratar de entender lo que pasó. Sé que ella diría que sí, si una de sus amigas está pasando por una pérdida tan monumental, ¿por qué no podemos ser tan amables con nosotros mismos? 

Quiero compartir otra publicación que Claire escribió en octubre del 2019, para la semana de concientización sobre la pérdida de bebés: 

"Los míos, los tuyos, la de tu amiga (la que dice que está bien). La de tu compañera de trabajo, que estuvo unos días de baja y ha vuelto sin querer hablar del tema. Por los hermosos bebés que han nacido durmiendo. Para los padres que se han quedado mirando una pantalla de ultrasonido sin vida. Para los que han visto la sangre en la taza del inodoro. Y para cualquiera que haya escuchado las palabras 'Lo siento, pero su bebé está afectado por <<completar con un diagnóstico desgarrador>>' y luego se le presentó la opción de tener un hijo que quizás no llegue a la edad adulta o, simple y dolorosamente, podría; pero quién nunca conocería la independencia y lo que sucedería cuando yo no esté allí, y quién lo cuidaría.... Una elección entre eso y tener que decidir terminar este embarazo tan amado y nunca recuperarme. el pedacito de corazón que se rompió al hacerlo. La terminación por razones médicas a menudo se pasa por alto en la información sobre la pérdida de un bebé. Desearía que no se sintiera como si tuviera que ser un secreto oscuro. La verdad es; Amábamos a nuestros bebés tanto como cualquier otro papá o mamá y la 'elección' es algo que marcará indeleblemente nuestros corazones. No somos los mismos después de haber tomado esta decisión, por favor no nos pidan que lo seamos”.

Siempre quiero ser más como Claire, quiero apoyar a los demás de formas que solo yo puedo. ¿No deberíamos todos querer eso? Ella vive una vida llena de colores por y para todos sus hijos, está presente (hasta en otro continente) para todos sin importar lo que esté pasando. Claire me enseñó más sobre abortos espontáneos de lo que desearía saber, me mostró de primera mano lo que TFMR le hace a una madre y cuánto amor y apoyo necesitan. Lo más importante es que Claire me enseña todos los días que lo mejor que puedes hacer es vivir tu verdad y hacerlo de todo corazón. 

Esto es para mi sobrino Nico Mackenzie Turner, siempre estás con nosotros y todos los 17 de marzo comemos torta y hablamos de ti. Te amo

Día 23: Haz algo por ti que te de todo el amor que necesitas

Mariana y yo fuimos al mismo colegio desde pre kinder  yo y kinder ella, y la realidad es que nunca fuimos amigas y creo que capaz nunca nos hablamos en los 13 años que estuvimos en el colegio. Ella es dos años menor que yo y, en típica gafedad creciendo, las promociones no se mezclaban mucho ni eran muy amigas. Teníamos amigas en común, pero nunca llegamos a nosotras en ese entonces. Las dos sabíamos de la existencia una de la otra y nada más (digo yo!) 

El universo (y Maia!) me dieron uno de los mejores regalos de la vida, cuando en algún momento entre el año 2010 y el 2011, me trajeron a mi Marranita. No me acuerdo cómo ni cuándo, pero solo sé que no me quiero imaginar la vida sin ella. Mariana es TANTAS cosas, talentosa, buena, cómica, trabajadora, sensible, determinada, amable, amiguera, fiel y demasiadas otras cualidades que pueden llenar 80 libros. Mi amiga es un rayo de luz para todos las que la conocen y una vez que está en tu vida, nunca quieres que se vaya. Mariana no la ha tenido fácil y es siempre muy abierta con muchos de los malos ratos que ha pasado… menos con este. Eso cambia hoy, en sus propias palabras:

“En enero de 2019, sorpresivamente me enteré de que mi primer bebé venía en camino. Fue una noticia que me agarró totalmente desprevenida y no fue la manera en que toda la vida había visualizado mi primer embarazo. Este era un embarazo que llegaba sin planificar, en una relación que aún estaba construyendo sus bases. 

Esas primeras semanas estuve llena de angustia y preocupación por no sentirme preparada para recibir un bebé en ese momento de mi vida. Intentaba verle el lado positivo, pero me costaba sentirme plenamente feliz. Di por sentado que ese septiembre me convertiría en mamá y me consumieron pensamientos sobre la logística que debía tener lista para darle la bienvenida a mi primer hij@. Poco sabía que nada estaba garantizado. No se supone que uno pierde al bebé que llegó de sorpresa. 

A las 7 semanas, luego de varias semanas sintiéndome bien, sin náuseas y con el mejor panorama, empecé a sangrar repentinamente y mi médico me informó que estaba perdiendo al bebé. Estuve en shock durante varios días e incluso pensé que capaz se trataba de una equivocación y pronto escucharía el latido de mi bebé. Sin embargo en la consulta se confirmó lo que ya me habían dicho y el milagro por el que ahora rezaba no se cumplió. Quedé atónita por mucho tiempo y sentí que me quitaron el piso. Todas las certezas que conocía ya no eran tales. El proceso de pérdida de mi nene fue muy difícil ya que duró dos meses. Día a día tenía un recordatorio físico - más allá del emocional y espiritual - sobre el bebé que estaba dejando mi cuerpo. La lentitud alargó demasiado mi agonía. Durante ese tiempo, y tiempo después, solo sentía culpa por no haberme sentido feliz desde que supe que estaba embarazada. Siempre pensé que iba a ir acostumbrándome a la idea de ser mamá sin buscarlo y asumí que tendría tiempo más adelante para ilusionarme y concentrarme en mi bebé. Llegué a pensar que yo había provocado la pérdida con mis pensamientos negativos. Que esa energía afectó a mi bebé e hizo que ya no estuviera conmigo. De ahí en adelante fueron meses muy duros. Tenía dos amigas que tenían la misma due date y aún imagino a mi bebé creciendo a la par de ellos. Lo imagino de esa edad y me pregunto cómo habría sido la vida con él/ella aquí. Siempre me preguntaré si sería niña o niño, a quién se parecía y cómo hubiera sido su personalidad. Es una pérdida que me enseñó que cada bebe que llega es un milagro, que yo en mi inocencia, di por sentado. 

A partir de esa pérdida viví con miedo de no poder concebir otro hijo. Cuando quedé embarazada de mi hija tuve mucho miedo a vivir la experiencia nuevamente. Sin embargo, a pesar del miedo, pude vivir el embarazo desde el conocimiento y agradecimiento. Entendí que cada día que crecía en mi barriga era un regalo y me documenté mucho sobre los diferentes escenarios. Gracias a Dios mi hija llegó a mis brazos sana, con una mamá que entiende plenamente la suerte que tuvo al lograr tal hazaña. 

A mi primer bebé, donde quiera que esté, le quisiera decir que l@ llev@ y llevaré siempre en mi corazón.”

Quiero agregar algo aquí que me saltó cuando lo leí porque me pareció muy loco y a la vez, muy familiar: “Llegué a pensar que yo había provocado la pérdida con mis pensamientos negativos. Que esa energía afectó a mi bebé e hizo que ya no estuviera conmigo.” Todos entendemos que esto no es verdad, que los pensamientos de Mariana no tuvieron nada que ver con su pérdida, pero qué difícil es entender eso cuando estás ahí. Piensas en qué comiste esos días, cómo te moviste, si corriste mucho, si te acostaste del lado que no era, qué crema te pusiste, qué pensaste para que tu cuerpo te haya traicionado de tal manera. La respuesta es nada. No hicimos absolutamente nada para que esto pasara, simplemente pasó y eso es lo que vemos como la mayor injusticia. No tiene sentido hacer todo “perfecto” y que las cosas puedan salir TAN mal. Así que tratamos de buscar culpables pensando que va a aliviar el dolor; y siempre empezamos por nosotras. Eso es lo que hacemos mucho las mamás, agarramos responsabilidades que no nos tocan y pasamos por tormentas que no son necesarias para protegernos y sentir que nos estamos dando el título de mamá que nos han dicho debemos tener. Una mamá que lo da todo, aunque lo que le den a cambio sea lo peor, es una mamá que está triunfando ante los ojos del mundo. Aquí nadie gana, si das TODO y no llenas tu tanque y encima sientes que tienes culpa de lo que sale mal, no vas a tener más para dar. Nada fue culpa de Mariana, ningún pensamiento hizo que esto pasara, sin embargo se sintió culpable por algo horrible que le estaba pasando a ella. Quisiera poder correr a ese momento en el 2019 y sentarme con ella en ese momento, recordarle que es un momento MUY MUY malo, que nada es su culpa y que ella se merece amor eterno por esto y más. Vamos a cuidarnos y entender que no podemos dar de un tanque que está vacío. Darlo todo sin esperar nada a cambio no es un lema por el que debemos vivir. 

Me fui por una tangente aquí, pero Mariana me ha dado y enseñado mucho de todo y no sé cómo encapsularlo en un solo post, así que concluyo pensando en la actividad de hoy. Claro que sí, da lo mejor de ti (cuando puedas) y entiende que hay ciertas cosas que tienen que pasar y tanques que hay que llenar, para que tu puedas presentar esa versión de ti, lista para dar.

Día 21: Practica afirmaciones positivas

Jackie y yo nos conocimos cuando comencé a trabajar en Google en el 2015, no trabajábamos juntas, pero ella siempre fue muy pana (simpática) y tenía la cachorrita más cuchi del universo (¡Winnie, ya no es chiquita, pero aún viene a la oficina!) . Jackie es una de esas personas que es genial sin esfuerzo, es muy práctica, súper divertida y las cosas se sienten divertidas cuando ella está involucrada. Como dije, nunca trabajamos juntas ni compartimos mucho más allá de que yo visitara a Winnie en su escritorio y ella era la persona súper pana que siempre ha sido. 

Cuando regresé de la licencia de maternidad de Olivia, Jackie siempre fue amable y full considerada y, aunque todavía no éramos amigas cercanas, siempre estábamos felices de estar juntas y me dio (y da) excelentes consejos de trabajo. Cuando regresé de la licencia de Eloise a principios de 2019, Jackie estaba a punto de irse porque ya casi nacía su  increíble hijo Theo. Yo no estaba feliz en mi posición de trabajo y después de una cadena de eventos muy afortunados, terminé cubriendo el rol de Jackie y luego me quedé como parte de ese equipo. Tres años después, finalmente hemos estado trabajando juntas (nos sentamos al lado) y ahora finalmente nos hemos convertido en amigas de verdad. Fue esta amistad la que me dio el privilegio de conocer las historias de Jackie y la razón por la que puedo compartirlas con ustedes, en sus propias palabras:

“Tuve varios problemas de salud relativamente comunes desde mis 20 años (quistes ováricos, células precancerosas en el cuello uterino) que me hicieron, como a muchas mujeres, preguntarme si tendría dificultades para quedar embarazada. Pero el destino me sorprendió, y cuando Harry y yo decidimos tener hijos, Theo fue concebido en el primer intento y también tuve un embarazo bastante tranquilo. Cuando decidimos que nos gustaría intentarlo otra vez,, sabía que podría no ser tan fácil, pero no tenía idea del difícil camino que teníamos por delante. A los 3 meses de empezar a tratar, estaba embarazada, justo antes del segundo cumpleaños de Theo. Al principio, tuve una sensación muy clara y extraña de que algo no estaba bien, y cuando mis síntomas desaparecieron a las 8 semanas, realmente sentí que algo andaba mal. A todas las personas a las que les dije, incluida mi partera, me aseguraron que todo estaba bien y que no tenía motivos para preocuparme, pero luego, alrededor de las 11 semanas, me hicieron una ecografía y no había latidos. el bebé había dejado de crecer alrededor de las 8 semanas. Estaba devastada y tuve que someterme a un procedimiento de AMEU para controlar el aborto espontáneo. Seis semanas después, cuando mi cuerpo volvió a la normalidad, comenzamos a intentarlo nuevamente y otra vez, quedamos embarazados. Volví a abortar en una semana. Llamé al médico de cabecera y me aseguraron que 2 abortos espontáneos todavía se consideran "normales" y me dijeron que siguiera intentándolo. Así lo hicimos, y unos meses más tarde quedé embarazada de nuevo. Esta vez me hice una ecografía a las 8 semanas y, una vez más, no había un embarazo viable. Tuve que volver a tener el procedimiento de AMEU. A pesar de que sabía qué esperar del procedimiento, todo fue más difícil en ese momento, e incluso más doloroso físicamente. Ese año había pasado más de 20 semanas embarazada. El constante empezar y terminar sin parar, lo hicieron todo más difícil. Procedí a hacerme algunos análisis de sangre a través del NHS que resultaron normales, así que fui a una clínica privada y me hice pruebas más extensas. Descubrieron que tenía altos niveles de células NK y también riesgo de trombofilia, así que comencé un tratamiento. El NHS, luego de 12 semanas, me llamaron para decir que el tejido del embarazo que analizaron de mi tercer aborto tenía anomalías cromosómicas, lo que explica por qué el embarazo no continuó. A pesar de que los drs dijeron que el tejido solo explica el tercer aborto espontáneo y que los resultados de la prueba no son definitivamente la razón por la que tuve un aborto espontáneo las otras veces, me siento afortunada de haber tenido algo de claridad, ya que muchas personas nunca saben qué o por qué algo pasó. También tuve una doctora maravillosa, que fue muy positiva y me dijo cosas como: "CUANDO tengas otro bebé, porque lo tendrás...". Me di cuenta de cuán poderosas pueden ser las afirmaciones y el pensamiento positivo. 5 meses después, volví a quedar embarazada, y esta vez he llegado a las 22 semanas hasta ahora. Debido a la trombofilia, tengo que inyectarme medicamentos en el estómago todos los días del embarazo hasta que dé a luz, pero en mi opinión ese es un precio muy pequeño a pagar por lo que ahora me doy cuenta tan claramente que es un milagro para cualquier familia: tener un embarazo y un bebé saludables”.
Quiero recalcar algo sobre lo que he escrito mucho antes, después de compartir su historia, Jackie me escribió "No quiero sonar como si siquiera esto se acerca remotamente a perder un bebé real, porque no es así, pero fue mi experiencia, en caso de que pueda ayudar a alguien xx” Como le dije a ella y a muchos otras amigas: No se hagan esto. Como humanos, debemos comenzar a validar nuestros sentimientos, emociones y experiencias y dejar de minimizarlos por la realidad de otra persona. Todos pasamos por malos momentos y nuestra realidad es verdaderamente aquella en la que necesitamos enfocarnos y necesitamos atravesarla respetándonos y honrándonos a nosotros mismos. Jackie se enamoró en el momento en que supo que estaba embarazada, comenzó a soñar despierta allí mismo y todas esas esperanzas y sueños se derrumbaron cada vez que perdía a un bebé muy querido y deseado. Ninguno de esos sentimientos se vuelve menos duro independientemente de lo que le suceda a otra persona. Amémonos y respetémonos como lo hacemos con las personas que amamos.

Día 21: Dona tu dinero o tiempo a una organización sin fines de lucro

Mareike y yo nos conocimos (creo), en mi tercera reunión de Sands, la primera de día a la que fui, normalmente eran de noche. Fue en la casa de alguien y recordé haber escuchado que su hijo Jack nació en el mismo hospital que Olivia. Empecé a tener una conversación imaginaria con ella en la que le preguntaba si tuvo las mismas parteras, qué pensaba de la habitación, si tenía la suerte de tener fotos, si había conocido a la persona en que hablaba con padres cuyos hijos se habían muerto... La lista era interminable. Pensé que esa habría sido mi primera conversación casi normal como cuando las mujeres dan a luz y comparten historias sobre sus experiencias con otras mamás. Ansiaba ese tipo de normalidad, estaba desesperada por compartir mi experiencia porque, después de todo, ¡también di a luz! Solo que estaba demasiado asustada para hablar en voz alta y nadie quería escuchar mi historia.

¡Excepto que Mareike tuvo la misma reacción! 

Cuando nos fuimos (Pierre también estaba allí conmigo) ella corrió hacia nosotros y nos dijo para caminar juntos hasta la estación. ¿Adivinen qué? De hecho, tuvimos una de las mismas parteras, dimos a luz en la misma habitación, con solo 29 días de diferencia. Por primera vez, sentí que no tenía que esconderme y que también podía compartir algo positivo sobre mi historia del nacimiento de Olivia. Hemos sido muy buenas amigas desde entonces y todavía hablamos de cuando nacieron Jack y Olivia y de esa partera. 

Me encanta que cuando le pedí a Mareike que me contara más sobre Jack y su historia para poder honrarlo y ser precisa, ella dijo: "Tal vez sea un poco breve, tal vez sobre un embarazo perfecto que terminó muy mal mucho más allá del punto en que esperaba que algo saliera mal... Tal vez cómo era perfecto ” Luego me envió esto:

“Fuimos a nuestro chequeo final en mi fecha de parto y nos dijeron: ¡la próxima vez que te veamos probablemente sea para el parto! Que es lo que sucedió 6 días después, pero no de la manera que esperábamos. Fuimos al hospital después de haber tenido contracciones durante algunas horas, sintiéndome tan aliviada de haber llegado al hospital en lo que pensamos que era el momento perfecto. Nos registraron y buscaron un latido, nos trasladaron a otra habitación y escuchamos las palabras del doctor que ni siquiera puedes comprender en ese momento: lo siento mucho, pero no hay latidos. Jack nació un poco más tarde y era perfecto. Nos dijeron que tenía el cordón umbilical enrollado varias veces alrededor del cuello y que esa fue la causa más probable de su muerte, es decir, que se cortó el suministro de oxígeno a medida que avanzaba el trabajo de parto. Pasamos dos días con él para despedirnos. Todavía pienso en él todos los días y hablo con sus hermanos pequeños sobre él xxxxxxx” 

Me gustaría pensar que ya conozco bastante bien a Mareike y sé que esta es la primera vez que escribe sobre Jack en algún lugar para que el mundo lo vea. Sus palabras son breves y poderosas, y si alguna vez tienen la suerte de cruzarse con ella, verán lo maravillosa que es y lo mucho que puede hablar de Jack durante horas, como cualquier otra madre lo hace con sus hijos. Mareike me ha enseñado muchas cosas, a no enfadarme demasiado con el mundo, a intentar ver con calma una situación y a no perder la esperanza. La última vez que vi a mi cuñada tenía en brazos a mi sobrino recién nacido y me dijo: ¡este serás tú muy pronto! Esa nunca fui yo con Olivia. Cuando estaba embarazada de Eloise, Mareike acababa de tener a su segundo hijo y nos encontramos en el hospital y me dijo: ¡este serás tú muy pronto! Había olvidado por completo el momento en que escuché eso antes y lo mal que salieron las cosas después. Lloré un poco y le expliqué el por qué. Mareike no me hizo sentir como si estuviera loca, me hizo sentir totalmente a salvo con la forma en que respondió. Así es Mareike, un lugar seguro para mí y para cualquiera que la conozca. Sé que Jack sintió todos los días de su vida la paz, la calma, el amor de su mamá y la certeza de que mientras él estuviera con ella, todo estaría bien.

Día 20: Toma una foto de algo que nunca quieras olvidar

Hoy no era un día para compartir, esta es una de las actividades basadas en mi historia,  y este año solo estoy escribiendo sobre mis amigas. Hablé con Jayne para compartir su historia y, afortunadamente, dijo que sí, pero fue cuando el calendario ya estaba publicado, por lo que no pude agregar una actividad específica de ella. Así que me tocaba compartir su historia en uno de los días con mis actividades, ligándola que alguna pegara con ella y su hijo Rory. ¡Hoy es el día! 

Jayne y Reg estaban allí la primera vez que Pierre y yo fuimos a un grupo de apoyo de Sands. Ella habló con tanto amor y compostura y ambos tenían (y tienen) esta energía de seres humanos elevados, como si fueran de un universo paralelo. Han pasado casi seis años desde ese día que nos conocimos, y honestamente puedo decir que no pasa un día en el que no piense en Jayne. Una vez vi una foto de Rory y nunca olvidaré lo perfecto que se veía, su nariz cuchísima y el amor y el orgullo que tenía Jayne cuando nos mostró esa foto. Desearía haberle tomado una foto para que ella también pudiera sentir y ver lo que todos vimos y sentimos ese día, y todos los días cuando estamos con ella.

Esta es la historia de Rory, escrita por su mamá:

Descubrimos que estábamos esperando a Rory Cupcake en septiembre de 2015. Era nuestro tercer bebé: habíamos tenido dos abortos espontáneos en el primer trimestre y también tuvimos un primer trimestre difícil con él. Pensamos que lo íbamos a perder en la semana 7 pero, a pesar del sangrado abundante, había un latido cardíaco fuerte en cada exploración semanal. En nuestra ecografía de 12 semanas, todas sus medidas estaban bien, el sangrado había comenzado a disminuir y comenzamos a creer que tal vez las cosas estarían bien. Me tomó un poco de tiempo confiar en eso, pero finalmente pudimos logramos empezar a sentirnos seguros y muy alegres durante el embarazo. 

Luego... En nuestra ecografía de la semana 20, el ecografista nos dijo que el corazón de nuestro pequeño Cupcake no parecía estar desarrollándose correctamente. Tuvimos una serie de ecografía y citas con cardiólogos fetales y a Rory se le diagnosticó un defecto cardíaco congénito: atresia pulmonar (lo que significa que su arteria pulmonar no se había desarrollado) con un defecto del tabique ventricular. Decir que fue abrumador es la forma más discreta de describir nuestras emociones. Tuvimos una reunión con un consultor que mencionó que la terminación era legal hasta las 24 semanas. No tengo el lenguaje para describir ese momento, solo lo miré mientras mi mundo se derrumbaba. Todo el tiempo la gente (y me refiero a los profesionales médicos) habían estado diciendo que pueden hacer milagros en estos días, etc., pero en ese momento me cayó la locha, y la conmoción y la incredulidad entraron en acción a lo que nos enfrentábamos los tres.  Sin embargo, el cardiólogo nos aseguró que la afección cardíaca de Rory podía ser llevadera con una cirugía unos días después del nacimiento y luego nuevamente en la infancia. Fue estresante y traumático, pero construimos un plan para el parto de Rory con el apoyo del equipo de partería especialista más maravilloso, así como de familiares y amigos, y tratamos de mantener la esperanza y el entusiasmo. Luego... En nuestra ecografía de crecimiento de la semana 28, se diagnosticaron más problemas y nos dijeron que era poco probable que Rory llegara a término, que si lo hacía, era poco probable que sobreviviera, y si por algún milagro sobrevivía, no sería suficientemente fuerte para una cirugía a corazón abierto. Así que de cualquier manera que sucedieran las cosas, la tragedia estaba por venir. 

Cosas como estas no te pasan a ti. Les pasan a otras personas. Pero ahora, de repente, éramos esas otras personas. 

Tuvimos una reunión con un consultor neonatal programada para el 9 de marzo con el fin de pensar en opciones con respecto a terminar/continuar. Pero Rory tenía otros planes y nos ahorró tener que tomar la decisión. En la madrugada del 6 de marzo nos enteramos que nuestro pequeño Cupcake se había quedado dormido para siempre. En 2016, el 6 de marzo fue el Día de la Madre... Rory nació 48 horas después, a las 2:55 a. m. del martes 8 de marzo de 2016; conmigo en la habitación tenuemente iluminada estaban su papá y nuestra partera mientras él llegaba al mundo suavemente y en silencio.  En ese momento me convertí en mamá del niño más hermoso con una linda naricita, labios rojo rubí, dedos largos y delgados como su papá y los pies más hermosos. Rory tenía diez dedos en las manos y los pies, pero más tarde descubrimos que todo el cableado interno había fallado. Tenía varios otros defectos congénitos que no son visibles en las ecografías, por lo que, a pesar de su coraje y su lucha, no tenía ninguna posibilidad de sobrevivir. Nos dijeron que todo el sangrado en las semanas 7 a 11 habría sido cuando las cosas salieron mal, así que todo el tiempo que nos aferramos desesperadamente a la esperanza y nos regocijamos cada vez que el corazón aún latía, era exactamente cuando su destino estaba siendo sellado. 

No puedo permitirme quedar demasiado atrapada en esto porque es demasiado difícil de soportar. La pérdida de él y nuestro dolor por él son abrumadores, pero también lo es nuestro amor. La vida nos entregó la tragedia más inimaginable. Pero en ese mismo momento la vida también nos dio el regalo más preciado: nuestro hijo. Y nuestro querido niño nos dio un hermoso regalo - la maternidad y paternidad. Que privilegio. 

Te amaremos y te extrañaremos por siempre nuestro pequeño Cupcake xxx <3

Día 15: Haz una lista de 5 cosas por las que estés agradecido/a

Todos los posts los empiezo en inglés, este es el primero que me sale naturalmente en español. Creo que es porque mi relación con Mariava (en la foto) existe mucho antes de descubrir mi voz interna en inglés (creo que nos conocimos en el 98 ó 99?), o quizás porque hemos hablado mucho y muy sinceramente en las últimas semanas, y siempre en español. Mariava es de esas personas que son simplemente felices, donde ella esté hay una fiesta, se hace amiga de todo el mundo y todos la pasamos mejor cuando Mariava está ahí. Ella siempre ha sido muy sincera y esa cualidad de ser tal como se muestra es una de las miles que me encantan de ella. 

Mariava y yo nunca hablamos de su primera hija, María Alesia, cuando le pregunté si quería ser parte de este mes, la invité también a mandarme al carajo si quería, porque en la vida real, era la primera vez que hablamos de esto. Mariava puso una foto en Instagram en Abril del 2013, su primera foto en Instagram “Happy semana 18 María Alesia Galavis”. Después me acuerdo que pusieron una foto en la cama de un hospital con caras distintas a lo que son ellos, esa foto ya no existe. Hace unas semanas, nueve años después de esto y habiendo hablado con Mariava de mucho y nada en todo este tiempo, por fin hablamos de María Alesia y de ella. Estas son partes de algunos de los mensajes que me mandó Mariava: 

“La verdad estuve pensando en qué mandarte y no se me ocurre nada de esa época…. Pero sí pensé en un gran aprendizaje…. No sé si sirva…. Creo que el ejercicio importante para hacer es dar gracias por todo lo que tenemos en el presente y no mortificarnos tanto por el futuro y dejar de buscar la perfección. Hacer una lista y agradecer 5 cosas. En mi caso particular perdí a la bebe por hacerme un procedimiento para saber si venía sana, y venía perfecta… De haber pedido opinión a gente con más experiencia y haber entendido con humildad mi inmadurez y lo infantil que era… que ni la mitad de todo lo que creía saber me lo sabía…. La verdad siento que por otro lado todo pasa por algo… cuando quedé embarazada de María Alesia tampoco me sentía muy lista… en mi inmadurez no me estaba cuidando y obvio que me emocioné pero me sentí medio abrumada…. El embarazo de la China y de David los disfruté mucho más, pero insisto…. Creo que mi inmadurez y sentimientos innecesarios no justifican nada de lo que pasó…. Creo que la cagué por todos lados en todas las decisiones tomadas y todo por jurar que yo me las sabía todas…. Y pues mis actos tuvieron consecuencias para todo el mundo…. Incluso para almas inocentes que no tenían ni voz ni voto… Creo que nunca le había dicho a más nadie que no fuera David todo esto y la verdad no sabes lo bien que se siente. Creo que es un tema de no verme vulnerable o pavosa jajaja pero sin duda esas almitas merecen reconocimiento”

Leo la conversación ahorita y siento lo mismo que sentí hablando con Mariava ese día, rabia por no poder enseñarle lo que yo veo y rabia por no poder abrazar a esa versión de ella misma que se culpa de demasiadas cosas. Como se lo dije ese día, “tu hiciste lo que pensaste que era lo mejor en ese momento. Podemos ser muy muy duros juzgando y viendo "para atrás", piensa que todo eso lo dices y sabes ahora es porque ha pasado mucho tiempo y nada es como era antes. En ese momento tu tomaste esas decisiones porque realmente pensabas que era lo mejor”.  Ojo, yo soy una maravilla dando consejos y palabras sabias, pero sé exactamente lo que le pasa a Mariava, porque yo también me hablo así a veces, aunque la lógica me diga otra cosa. Otra cosa de mi conversa con Mariava que me hizo explotar fue que ella, el rayo de luz y felicidad de todos nosotros, se tildó de “pavosa” - para los no venezolanos, se tildó como alguien que trae mala suerte - y eso me dio en el alma! Como saben los que leen mi página, ese sentimiento de querer esconderte porque te da penita se se muriera tu bebé, o no quieres ser la que “les pegue eso a otras mujeres”, es algo MUY fuerte. Ese día le dije a Mariava lo que le digo al mundo y lo que me repito a mi misma como un mantra: “JAMÁS pavosa!!! Tu historia puede ayudar a tantas personas. Si yo hubiese sabido que la muerte era una opción a las 37 semanas de un embarazo perfecto no hubiese dejado que me mandaran a mi casa después de pasar el día completo en el hospital diciéndoles que algo estaba mal. Les tumbaba las paredes para que la sacaran. Suena estúpido, pero no supe que era opción porque nunca super de alguien a quien le pasara eso, nunca vi una película en la que pasara eso. Realmente, eso no era una opción en mi mente. Ahora prefiero que las personas que me conocen sepan que si puede pasar y que tomen las cartas en el asunto si pueden” Y lo mismo pasó con Mariava y María Alesia. Ella no tuvo punto de referencia, no tuvo ni en una película de ficción, una idea de las cosas que podían pasar y como un doctor te dice que está bien lo que estás haciendo, tú piensas (a veces en contra de tus instintos) que obviamente estás haciendo lo correcto. Mariava  puso esto: En este caso un doctor me recomendó consultar y yo, por mi inmadurez, decidí sola (palabras de Mariava). No podemos juzgar temas de nuestro pasado con información del presente, y esto aplica a todo en nuestras vidas. 

Me siento honrada de tener a Mariava como amiga, siento que es una mamá ALUCINANTE para sus tres hijos, los que están con ella y María Alesia que está en la tierra mágica donde vive. Mariava me ha enseñado muchas cosas en la vida aparte de reírme y ser feliz, pero hoy me voy a enfocar en su idea de vivir más en el presente, que es el que existe y es lo que tenemos para trabajar. Una de las cosas por las que estoy 1000000% agradecida es por tener amigas como Mariava, que me muestran partes de ella que me hacen quererla y admirarla cada día más.

Día 13: Llama a un familiar y recuérdales que los amas

Mi amiga Amelia es otra de las conexiones que conseguí trabajando remotamente, nos conocimos en septiembre de 2019, cuando ella se unió a mi equipo y 5 minutos después yo me fui de licencia con Apolline. Amelia estaba secretamente (y aterradoramente) embarazada en ese momento y cuando le contó a su manager sobre su ansiedad por este embarazo, le dijeron “habla con Mariana”. Ese gerente no dio mucha explicación ni claridad a sus comentarios, pero Amelia pensó: ¿ok? Y luego me acerqué a su escritorio (ella dice, yo no me acuerdo), me presenté y me despedí mientras me iba de licencia. Pasó un año y medio antes de que tuviéramos esa conversación, ya que ella también se fue de licencia y luego hice una rotación en un equipo diferente. 

Amelia y yo ahora tenemos conversaciones semanales (¡o hasta diarias!) de lo que sea, y estoy muy contenta de que ella esté en mi vida. A veces nos ponemos al día con el trabajo y terminamos compartiendo mucha más información de la que la gente normal esperaría tener en un entorno de trabajo. Pero esa es la cosa con Amelia y yo, estábamos destinadas a conocernos y creo que somos un lugar seguro la una para la otra. Como yo, Amelia está lejos de su familia y también está obsesionada con la comida (todos deberían estarlo). También ve la inteligencia emocional como la más importante y siempre está dispuesta a ayudar a los demás, aunque también tenga que ir y aventurarse en busca de respuestas. Ojalá Amelia pudiera verse a sí misma como yo la veo (¡pero esa es otra historia!). 

Hoy también van a leer su historia de primera mano, ya que Amelia escribió lo que quería compartir: 

Cuando quedé embarazada por primera vez, ignoraba por completo la posibilidad de un aborto espontáneo. Entonces, días antes de mi scan de 12 semanas, me tomó completamente por sorpresa cuando comencé a tener calambres durante una reunión en el trabajo. Corrí al baño y pasé los momentos más largos y horribles de mi vida, estaba teniendo contracciones “leves” y sangrado. Recuerdo sostener los restos fetales en papel higiénico y preguntarme qué hacer con él: ¿debería llevármelo a casa y quedarme con mi bebé? ¿O debería tirarlo por la poceta? Lo boté y limpié el cubículo del baño mientras contenía mis lágrimas. Esta fue la primera vez que realmente entendí la dura realidad de la estadística de 'una de cada cuatro mujeres va a perder un bebé’.

Al año siguiente, estábamos felices de estar embarazados nuevamente. Ligeramente cauteloso esta vez, obtuve un scan temprano para verificar que todo estuviese bien. Tuve cuidado con lo que comía y cómo hacía ejercicio. Entramos en nuestro scan de 12 semanas sintiéndonos positivos y emocionados. Lo que recuerdo es el silencio de la persona haciendo el eco mientras movía el escáner y mi esposo apretando mi mano con mucha fuerza. Fui la última en darme cuenta de que no había latidos en el monitor. Habíamos perdido otro bebé. Debido a que esta vez tuvo que ser extraído quirúrgicamente, los médicos informaron que se trataba de un embarazo molar. Este es un problema con el óvulo fertilizado que las mujeres asiáticas tienen más riesgo. Aprendí mucho durante mis dos abortos espontáneos: mucho sobre el apoyo médico del NHS (la salud pública en Inglaterra), la evolución biológica de un bebé durante el embarazo, pero sobre todo sobre lo fuerte que soy y cuánto deseaba ser mamá. 

Les informo que un par de años después de su embarazo molar, Amelia tuvo la suerte de poder traer un bebé a casa en marzo de 2020. Algunas personas pensarán que ya consiguió su final feliz y, claro que ella es MUY feliz de tener un hijo sano, cuando muchas personas nunca tienen ese privilegio. Pero déjenme decirles algo, ninguna de esas pérdidas está mágicamente bien después de ganarte la lotería mayor de traer un bebé a casa. La mitad del tiempo, todavía no puedes creer que esos humanos estén aquí y, a veces, incluso te preguntas cómo tuviste tanta suerte. En mi caso, yo extraño a Olivia todos los días de mi vida, y sé que Amelia sueña con que sus dos primeros bebés estuviesen en casa con ella. Sí, el dolor ciertamente se siente más fácil de manejar (al menos para mí), pero por favor nunca asuman (o digan en voz alta!) que la llegada de los hermanos hace que el mundo y nuestras experiencias estén bien.

La actividad de Amelia es en realidad una versión de otra idea. La conversación fue así: 

A: Estaba pensando en 'hacer dumplings’ como mi actividad. No sé si es demasiado difícil. Es una actividad bastante terapéutica que haces con la familia y mi hermana y yo la hicimos virtualmente durante el Covid - No sé cómo traducir dumplings y no, no es ni albóndigas ni empanadas!

M: 100% demasiado difícil 🤣🤣🤣 Cuéntame más por qué pensaste en eso y vamos a darle un giro 

A: Ok ok. ¿Qué tal llamar a un familiar para decirle que los amas?

M: Si eso es lo que te ayuda a superar los momentos difíciles, ¡entonces me encanta! Cualquier recuerdo feliz que tuvieras de esos tiempos o lo que te ayudó a levantarte de la cama. 

A: Bueno, es una adaptación de las dumplings. Porque lo que realmente me encantaba era charlar con mi hermana, sabiendo que estábamos ahí la una para la otra. 

No quiero limitar las habilidades de nadie, ¡así que adelante y aventúrate a hacer dumplings! Una cosa sí, todos los humanos quieren sentirse apreciados y saber que importan. Así que ve y llama a tu familia, ya sea en la que naciste o la que creaste para ti, y diles que los amas. Gracias por esto y tu amistad Amelia, te quiero mucho!

Día 12: Canta tu canción preferida en voz alta

Esta es especial, no solo ME ENCANTA esta actividad (no, no canto bien, ¡pero me hace TAN feliz sentirme como Adele en un escenario!), sino que también tengo una conexión extra con la madre e hija de hoy. Inglaterra tiene algo llamado NCT (National Childbirth Trust), y cuando alguien está embarazada, tienes la oportunidad de asistir a clases con otros padres con fecha de parto similar, para "prepararte para el parto". Yo lo veo como comprar un billete de lotería bastante caro esperando que te guste el grupo que tienes y que puedan pasar todo juntos antes y después que lleguen sus bebés. Conocimos a Louise y Gavin allí. Asistimos a todas nuestras clases, hicimos todas las preguntas, hicimos todos los juegos (que ahora los veo inútiles) de “póngale un pañal al bebé” y, en el giro más loco de acontecimientos, nuestras dos hijas fallecieron. 

Recuerdo haber visto a Louise unas semanas después de la muerte de Olivia, y tal vez una semana antes que Pip. Cuatro de mis amigos de “casi la misma fecha de parto” y yo, sentadas en una mesa afuera. Todas tenían a sus bebés todavía en sus barrigas y la mia estaba vacía. Mi hermana Bea me acompañó a encontrarme con ellas porque estaba aterrorizada, me dijo que la llamara si necesitaba que viniera a recogerme. Extrañamente, me sentía bien con ellas, me sentía un poco normal y como si todavía pudiera aferrarme al último hilo de lo que se suponía que habría sido mi vida si Olivia hubiera vivido. Louise se veía increíble y se quejó del calor (Londres se sentía como un horno) y dijo que estaba muy lista para que llegara su hija. Lo siguiente que escuché es que Louise fue al hospital en trabajo de parto y regresó a casa sin su tan esperada y amada Pip. 

Pasaron algunas semanas antes de que nos viéramos, pero creo que ella me dijo que habían puesto unos banderines que decían "¡Bienvenida a casa, Pip!" Cuando se fueron al hospital... hablemos de las maneras en las que el universo te puede dar TAL puñetazo en la cara.

Quiero hacer un espacio aquí para hacer una queja al NCT, ya que nuestra maestra (quien posteriormente desapareció después de que le enviamos un correo electrónico contándole las noticias sobre Pip y Olivia), NUNCA cubrió esta posibilidad en todas las horas de “preparación” que nos dio. Ella nos contó que los bebés tenían sus cordones alrededor del cuello y cuando le pregunté si podían morir de esto, dijo NOOOOO, las parteras pueden quitarles el cordón en segundos. Luego dijo que en todos sus años podría haber oído hablar de tal vez un caso en el que las cosas salieron mal. UNA. Odio decírtelo Debs, pero tus estadísticas no parecen coincidir. Louise hizo un gran esfuerzo y le escribió un hermoso correo electrónico para darle la noticia. Silencio. Absolutamente ninguna respuesta en absoluto. Volvimos a escribirle y nada. Esta maestra vivía cerca de mí hasta enero, cuando nos mudamos y, de hecho, me encontré con ella varias veces. La primera vez que la vi, sentí que iba a vomitar y literalmente me escondí en unas matas  porque me avergonzaba que mi bebé hubiera muerto, que le mandamos un correo electrónico y que no nos respondió. Le mandé un mensaje a Louise contándole y, siendo la persona tranquila y amorosa que es, me ayudó a tener perspectiva y salir de esas matas. 

Después de eso, me encontré con ella muchas veces e incluso la miré fijamente esperando que me reconociera y dijera algo. Nada. Literalmente como si nunca nos hubiésemos conocido. Sé que debe haber dado cientos de cursos y, aunque soy bastante épica, también soy olvidable. Pero, ¿cómo olvidar a 2 personas cuyos bebés fallecieron y que hace tan solo unas semanas asistían a tus cursos? En serio, si no fuera por la perspectiva de Louise, me habría quedado escondida por mucho más tiempo sin entender que no soy yo quien debería estar avergonzada. 

Pero me estoy yendo por una tangente, ¡esto se trata de Louise y su increíble hija Pip! El 2 de agosto de 2016, tuvimos el servicio de Olivia y asistieron casi todos mis amigos de NCT (me gané la lotería con algunos, y son bastante increíbles). Recuerdo exactamente dónde estaban sentados Louise y Gavin y cuando me paré para leer mi discurso, recuerdo ver llorar a Louise y pensé: ella lo entiende... ¿Qué demencia estamos viviendo en la que ella entienda todo por lo que estoy pasando?

Pip está enterrada en el cementerio cercano al hospital, así que cada vez que tenía una cita para hablar de algo relacionado con Olivia, iba a visitarla. Cada vez que íbamos a terapia de duelo allí, siempre iba y hablaba con Pip por un rato. Olivia está enterrada en Francia y tenemos el banco, pero tener el hermoso lugar de Pip (Louise es una paisajista en secreto) marcó una gran diferencia en mi vida. Gavin y Louise le han ecchi a Pip un hogar tan maravilloso lejos de casa, que invito a todos los que estén en el área a visitarlo (¡cuidado con las ardillas hambrientas y sin miedo que están por ahí!). 


Cuando le pregunté a Louise sobre la actividad, dijo: “Me encantaba cantarle a Pip, ¿pero supongo que es un poco obvio?”... “Soy una cantante terrible, pero no importa. La vida es demasiado corta para preocuparse demasiado por estas cosas”. - Me encanta este pensamiento y no podría estar más de acuerdo. Aunque, extrañamente, creo que está mintiendo y tiene una voz angelical y solo está tratando de hacerme sentir bien. Canté todo el día, tenía juguetes, cucharas, marcadores y todo lo que me pasara por enfrente como micrófono. ¡Espero que todos se hayan dado el tiempo para estar en su propio escenario y cantar en voz alta como si el mundo entero estuviera vitoreando y mirando!

Día 10: Dona un juguete para alguien de 6 años. Idealmente, llévalo a un hospital

Ana Sofia y yo crecimos en el mismo lugar pero nunca nos conocimos. Uno de sus primas y yo fuimos guías en el mismo campamento de verano (¡hasta el día de hoy, mi trabajo favorito en el universo!) durante una temporada y éramos amigas en las redes sociales. Lancé mi página el 2 de octubre, Ana Sofía se puso en contacto conmigo el 8 de octubre y hemos sido amigas del alma que nunca se han visto desde entonces. 

Fui a comprar el juguete hoy y decidí que mañana lo llevaremos al hospital con las niñas para que participen plenamente en esto. Quiero que mis hijas, ante todo, sean amables (no creo que haya una buena traducción de “kind”) y tengan empatía, por lo que si me acompañan a dejar el juguete, espero que les ayude a dar un paso en la dirección correcta.  Pensando en lo que quisiera para mis hijas, me acordé de un post espectacular que Ana Sofía publicó el día del primer cumpleaños de Elisa (de ahí la foto): “Soñé para ti salud, alegría, fe. Soñé y deseé para ti valentía, que fueras una niña atrevida, segura de ti misma, inteligente, perseverante. Compasiva, cariñosa, bondadosa, responsable. Que nunca te faltara el amor, que la sonrisa siempre estuviera en tu rostro y la calidez en tu corazón. Que la humildad, la sencillez y el agradecimiento te acompañaran a lo largo de tu vida. Hoy, estoy segura de que, donde estés, ya eres mucho más de lo que soñé para ti. Feliz primer cumpleaños Elisa Helena. Te amo con toda mi alma hija, y te extraño en cada instante de mi vida. Que Dios te bendiga siempre”

Esta vez, Ana Sofía escribió lo que quería decir de su historia con Elisa Helena, así que van a tomar un descanso de mí y leer las hermosas palabras de Ana. Las adoro a las dos!

Mi hija Elisa Helena, que nació durmiendo el 10 de Septiembre de 2016, me ha dado mas cosas de las que yo pude darle a ella en su muy corta vida. Entre esas, una amiga como Mariana que forma parte de mi tribu y soporte, aun y cuando la distancia y el tiempo a veces nos jueguen un poco en contra. Como Mariana, yo tampoco sabia que un bebe perfectamente -o al menos aparentemente- sano en la barriga de su mama se podia morir al final del embarazo. En mi caso paso a las 39 semanas. No tenia idea porque nadie nunca me lo dijo, no lo vi jamas en una película o TV show… Lamentablemente, después que me pasó, me enteré de MUCHOS casos iguales, y a veces increíblemente de gente muy cercana. Por qué yo no sabia nada de esto? Por qué no saber que cosas como estas pueden pasar? Por qué somos silentes? No hay nada de lo cual apenarse, pero si hay MUCHO que Podemos hacer y lograr con tan solo HABLAR y crear conciencia al respecto. Ni la Muerte de Olivia ni la de Elisa, as´ como la de muchos otros chiquitos, serán jamás olvidadas ni mucho menos escondidas. TENEMOS que hablar, porque al hacerlo, Podemos salvar la vida de muchos otros bebés. Cada madre y padre tienen el derecho a disfrutar del embarazo de sus bebés, pero también deben saber cuáles son los riesgos que se pueden presentar, y estar preparados a enfrentarlos. Es la única manera de traer al mundo a nuestros hijos… y tener el privilegio que muchos no hemos tenido: llevarlos a casa con nosotros. Este 10 de junio, te invito a que compres un juguete, idealmente para un/a niñ@ de 6 años (pero puede ser para cualquier edad!) y donarlo al hospital de niños más cercano. Olivia, Elisa y muchos otros bebés no pudieron venir con nosotros a casa, pero también tengamos siempre presente que hay muchos otros niños necesitando la fuerza y la alegría que un “simple” juguete puede darles en un momento de dificultad… cuando ellos están luchando por ir a casa con sus familias. 

Con amor, Ana Sofia, mamá de Elisa Helena.

Día 9: Acuéstate en el piso afuera, mira el cielo y permítete perderte en él

Esta mañana, Caroline y yo nos estábamos mandando mensajes de texto y le dije: “Escribir sobre tantas de nosotras ha sido increíble y desgarrador. Estaba leyendo nuestros mensajes en los primeros días de Awesome Mums cuando solo éramos nosotros. No creo que hubiera podido hacer la vida sin todos ustedes. En serio, ¿cómo puede alguien hacerlo sin un espacio seguro o personas?” Leer esos primeros mensajes fue impresionante. Empecé ese grupo de Whatsapp el 17 de septiembre de 2016. Nos conocíamos desde hacía tiempo cuando íbamos a reuniones de apoyo y siempre queríamos más. Sabía que necesitaba estar en contacto constante con ese grupo de mujeres, donde sabía que podía decirlo todo y nada sería percibido como demasiado oscuro o feo, todas nos entendíamos, incluso cuando todas nuestras pérdidas eran diferentes y nuestras vidas aún más. Realmente espero que, independientemente de las dificultades por las que pasen las personas, siempre tengan a alguien que no les responda con juicios y preguntas, solo empatía, amor y comprensión y que a veces las cosas son simplemente una mierda y no hay nada que puedan hacer excepto estar ahí el uno para el otro. 

La historia de Caroline es la segunda que les mostrará la cara desgarradora de la terminación por razones médicas (TFMR en inglés) y quiero reiterar que son todos bienvenidos aquí si pueden leer con el corazón abierto y libre de juicios. 

En el 2016, Caroline estaba felizmente embarazada, su hija Lottie esperaba ansiosa la llegada de su hermano pequeño Charlie y todo era maravilloso. En la ecografía de la semana 20, una opción que nunca habían pensado, se convirtió en su nueva realidad, Charlie tenía una condición que haría que su vida fuera extremadamente difícil y que sufriría, más que vivir a plenitud. Hicieron preguntas, procesaron toda la información, y después de un tiempo, estuvieron de acuerdo que lo mejor y más difícil de hacer era dejar ir a Charlie con la mayor paz y amor posible. Caroline fue inducida y dio a luz a su increíble hijo tan magistralmente como lo hace todo en la vida. Charlie era tan perfecto como imaginaba y Caroline pudo abrazar a su hijo y darle solo amor y hacerlo sentir seguro porque estuvo con él toda su vida. Eso es algo que siempre me reconforta, la idea de que Charlie y Olivia solo sintieron amor y protección por parte de nosotras. Caroline lo protegió al máximo en este momento y rompió su propio corazón pensando en su hijo. Esto es lo que hacen las madres todos los días, poner a sus hijos por encima de todo.

Creo recordar que Caroline dijo una vez que al principio de nuestros grupos de apoyo sintió una o dos veces que no encajaba del todo porque nuestras circunstancias eran bastante diferentes. Esa idea me pareció tan loca, que mi amiga y hermana en las trincheras se sintiese de otra manera aparte de bienvenida, amada y apoyada. Supongo que eso es lo que pasa con la pérdida del embarazo en general, en realidad nunca se nos ve como otras madres que han perdido a sus hijos cuando son mayores. Nuestros corazones están rotos, nuestros sueños son arrebatados y no estamos interesados ​​en medir cómo se ve nuestro dolor en comparación con el de otra persona. A mi dijeron muchas veces: “por lo menos no nació”, “por lo menos pasó cuando estabas embarazada” y una vez le dije a alguien que mi primera hija había muerto y me preguntaron cuántos años tenía y les dije que yo tenía 37 semanas de embarazo, la persona entonces dijo: aaaaahhh, okeeeey. Como si estuviera bien ahora. Nunca está bien y tratar de minimizar el dolor de alguien debido a las circunstancias de otra persona es inútil y simplemente mezquino. He hablado con muchas madres que han perdido a sus hijos mayores y ninguna de ellas me hizo sentir como si no fuéramos dos madres en duelo tratando de seguir viviendo. ¿Sabes quién lo hizo? Las personas que tienen a sus hijos aquí. Si alguna vez intentaste decir un “al menos” de un momento de dolor, incluso si vino de un buen lugar, para de hacer. 

Ahora, si yo me he sentido así tantas veces, no puedo imaginar los horrores que sienten los padres que tuvieron que tomar la decisión de terminar sus embarazos. Caroline y yo celebramos a nuestros hijos de la misma manera, los amamos y los extrañamos con la misma fuerza, hablamos de ellos y son una parte tan importante de nuestras familias como sus hermanos. 

Hay un punto que quiero resaltar además de decirles a Caroline y Charlie que los amo, y es crear conciencia y pedirles a todos que sean más amables. No importa lo que yo creo que es mejor o peor en una determinada circunstancia, a menos que sea la mía. Si te encuentras con alguien que lucha, míralo en donde está y por lo que está pasando, y bríndale el amor, el espacio y el respeto que te gustaría te dieran a ti.

Día 8: Sal a caminar el algún lugar donde sientas paz

Tengo miedo de la falta de responsabilidad que hay en Internet y las redes sociales. Realmente me preocupa el daño que se le puede causar a una persona desde una computadora y que el culpable se escape porque no se puede rastrear. Muchas veces me he preguntado si las redes sociales valen la pena, sobre todo cuando veo que la salud mental de las personas sufre porque vivimos comparando nuestra vida real, con la puesta en escena de otros. Conocer a Amanda y Ryan me hizo creer, por primera vez, que las redes sociales también tienen el increíble poder de unir a las personas. En un universo paralelo, Amanda y yo nos conocimos de alguna manera y Ryan y Olivia son grandes amigos en la tierra. Sé que esto está pasando en algún lugar de alguna manera. 

En septiembre de 2016, el día en que Ryan hubiese cumplido un año, finalmente contacté a Amanda. La felicité por el primer cumpleaños de Ryan y luego escribí: “No nos conocemos, pero hace un tiempo que quería comunicarme contigo, pero nunca me senté y comencé este correo, porque francamente, no sabía qué decir, y escribir algunas cosas por primera vez en realidad me asusta. Pero hoy es el cumpleaños de Ryan y pensé en contribuir a su celebración compartiendo mi historia contigo y diciéndote el impacto que tú y Ryan han tenido en mí.”… “Tú, mi amiga, me has dado esperanza y un poco de entusiasmo por el futuro. También me has dado lo que llamo "tristeza acompañada"; cuando he estado en algunos puntos bajos, tú has evitado que toque fondo - ¡GRACIAS!”... “En los días y semanas que siguieron, leí cada una de tus publicaciones, incluso "guardé" algunas para momentos en los que sabía que necesitaría sentir que no estaba sola, como el primer avión que tomamos sin Olivia, donde tenía su almohada dentro de mi camisa, la mano de Pierre en un lado y mi teléfono con tus palabras en el otro”.

Amanda y Ryan son la razón por la que comencé a compartir a Olivia tan abiertamente y la inspiración detrás de mi sitio web. Amanda me dio palabras cuando no podía hablar ni escribir, simplemente mandaba un link a una de sus publicaciones y la gente podía saber lo que estaba sintiendo y pensando. Me acompañó cuando sentía cosas que no me atrevía a decir en voz alta porque hasta me asustaban. Amanda y Ryan hicieron esto incluso antes de que nos "conociéramos" ese septiembre hace seis años. Ahora estamos muy involucradas en la vida de las dos, y estoy 100% segura que nos vamos a conocer en persona en algún momento en el futuro. Mientras tanto, nos mantenemos en contacto, celebramos a todos nuestros hijos y constantemente recibimos guiños de Ryan y Olivia asegurándonos que sí son amigos épicos en la tierra mágica en la que viven.

Esta es su historia: 

En la mañana del 6 de septiembre de 2015, después de 9 meses de un embarazo feliz y saludable, justo un día antes de que nos encontráramos cara a cara, Ryan no me despertó con una patada en el vientre, ni me saludó con algunos empujones y pinchazos. Sabía que algo no estaba bien, pero yo no lo podía creer. Aproximadamente una hora más tarde, la ecografía confirmó lo que ni siquiera podía empezar a creer. Ryan había muerto, y ahora era mi trabajo traerlo al mundo. Mi miedo y pánico de dar a luz a un bebé muerto eran infundados, fue y es la cosa más increíble que he hecho. Lo limpiaron y envolvieron como hacen con todos los bebés y lo pusieron en los brazos de su mamá. Lo miré con tanto orgullo que todavía puedo sentir la hinchazón en mi pecho cuando me acuerdo. Él estaba durmiendo, era un ángel y era nuestro bebé. Nosotros lo creamos y estuvo todo ese tiempo en mi vientre. Y lo amamos tanto como a cualquiera de sus hermanos que desde entonces hemos criado en esta tierra. Tuvimos pocas horas con él y muy pocas respuestas sobre lo que salió mal, lo más probable es que haya sido falta de líquido. Algo había sucedido entre mi última ecografía unas semanas antes, mi última cita con el obstetra unos días antes y este día, para que dejara de producir líquido. Tuvo una evacuación intestinal y muy probablemente se asfixió. Pero no había certeza, y nosotros optamos por no hacerle autopsia. 

Todo lo que sabía era que su cuerpo estaba cambiando rápidamente y sabía que no podía soportar mucho más que nos aferráramos a el. Llegó a conocer a sus abuelos y a una de sus tías. Y pudimos vestirlo con la ropa que elegimos con amor para él, el día que supimos que era nuestro bebé. Y luego tuvimos que devolverlo. Los días y semanas que siguieron son simultáneamente los recuerdos más vívidos y borrosos de mi vida. Salir del hospital con los brazos vacíos. Haciendo sus arreglos finales. Una corriente de visitantes a la casa. Acostando a Ryan para que descanse. Que mi esposo regrese al trabajo. Guardando algunas cosas de Ryan que habíamos dejado en la casa. Lidiando con el silencio de un hogar sin bebés. No entendía cómo te recuperabas de esto. Solo vi la oscuridad que había entrado en nuestras vidas. No quería ver la luz. 

El tiempo, sin embargo, nos ha dado suficiente distancia para ayudarme a ganar algo de perspectiva. Esto sin duda marcó el final de mi vida de "antes". Pero comenzó algo nuevo. Este "después" de la vida, no es necesariamente un nuevo capítulo. Pero más un libro nuevo. Mismos personajes, nuevos desafíos. No sabía que 9 increíbles meses de embarazo pudieran terminar con tal angustia. Pero sí sé que esos 9 meses me convirtieron en mamá. Esos 9 meses me hicieron más feliz que nunca. Y en el tiempo transcurrido desde que perdí a Ryan, encontré una fuerza que no sabía que podría tener. He encontrado un amor por mi esposo más profundo de lo que jamás podría haber esperado, incluso si estuviéramos juntos 100 años. Y he encontrado, en los días buenos, la esperanza de que vengan todavía más días buenos. Veo partes de Ryan en sus hermanos que han venido después de él, partes de un niño que no llegamos a conocer. Esos hermanos son prueba de que Ryan no era donde mi historia terminaba. Él es donde todo comenzó.

Día 7: Escucha música clásica

Hace casi seis años conocí a un grupo de mujeres que habían pasado por la misma guerra de perder un hijo a unos meses de la mía. Todas éramos parte de un grupo de apoyo de Sands y siempre decimos que ojalá nunca nos hubiéramos conocido en esas circunstancias, pero que no podríamos vivir las unas sin las otras. Nos llamé “Awesome Mums” (Mamás impresionantes). Yo siento que sus hijos son parte parte de nuestra familia y les decimos buenas noches cada cumpleaños que pasa. He llorado con ellos y por ellos y hoy tengo el honor de compartir la primera de sus historias. 

Mi amiga Salina pasó por tres rondas de FIV (IVF) hasta que pudo concebir a su primera hija, Inaaya. El embarazo fue genial, Salina lo disfrutó (¡incluso durante un verano abrasador!) y le encantaba tocar música clásica para Inaaya. Llegó la famosa fecha de parto (40 semanas) y fueron a su cita con la partera y les dijeron que todo estaba bien y bajo control. Tres días después, Salina se levantó para comer muy temprano en la mañana cuando Inaaya se estaba estirando y tenía algo de hipo. Más tarde esa mañana, Salina se despertó y desayunó. Subió las escaleras con una bebida fría y dulce, se acostó sobre su lado izquierdo y no sintió nada. Llamó al hospital y de fue para allá, cuando llegó, le dijeron las mismas palabras que nos persiguen a algunas: No hay latidos… En su mensaje, Salina me escribió: “Y así comenzó una vida de dolor, arrepentimiento, ira, vergüenza. …”

El mundo entiende nuestra ira y dolor, esos son sentimientos con los que todos se sienten cómodos. Lo que la mayoría de la gente no entiende es el arrepentimiento que nos consume a veces y la vergüenza que sentimos, aunque desearíamos no sentir nada de esto. Cuando leí el mensaje de Salina, inmediatamente quise escribir: Por favor, nunca te sientas avergonzada y no dejes que el arrepentimiento te persiga, hicimos lo que pensamos que era correcto en ese momento. Epa, yo creo en eso 100%. PERO, también sé que he estado, y probablemente estaré nuevamente, en ese lugar donde estuvo Salina esta mañana. Odio sentir vergüenza, porque así es como creo que el mundo me ve “a la que se le murió la bebé” y que debería esconderme en algún lugar para no darle mi mala pava a otra persona. Odio no poder compartir completamente lo bueno que fue mi embarazo con Olivia, porque ¿quién va a querer seguir el consejo de una persona cuyo bebé se murió? He hablado de esto con muchas amigas y, por supuesto, dicen que este nunca es el caso y que nunca debería sentirme así. Lo entiendo, en un mundo impulsado por la lógica, tienen razón. Pero lo que pasó desafía la lógica y no tiene sentido, así que todo se va por la ventana y sentimos lo que sentimos y el mundo en general valida esos sentimientos cuando ignoran y esconden nuestras historias. Bueno, mientras tenga un buen día, compartiré nuestras historias. En los días buenos puedo engañar a mi cerebro para que se aleje del ciclo interminable en el que caigo imaginando realidades paralelas si hubiese hecho algo distinto los días antes de su muerte, A veces, puedo evitar sentir que no me odio porque me fui del hospital cuando me dijeron que todo estaba bien, yo debería haber sabido, y lo sabía, nada estaba bien, simplemente no confié en mí lo suficiente. Hoy es un buen día y quiero decirles que Salina es fuerte, increíble y logra tener presente a Inaaya en los momentos familiares de todos los días. 

Escuché música clásica todo el día (una sesión de ejercicios interesante esta mañana), y antes de acostar a las niñitas, apagamos las luces y las abrazamos mientras tocábamos la canción de Olivia.

Día 6: Haz o construye algo con tus manos. Desde tejer hasta hacer una mesa

Él no sabe esto y no se lo mandé para que lo aprobara (por fa, no te pongas bravo), pero esta actividad está inspirada y dedicada a mi hermano. Tomas ha pasado por un tipo diferente de pérdida, y esa es la pérdida de una gran parte de sí mismo. Tomas estaba en un vuelo de Taipei a Canadá cuando mi papá entró en coma, llegó a Nanaimo y le dijimos que tenía que venirse ya. Tomás sacó cosas de su maleta y metió otras y se montó en el primer avión. Yo siempre he pensado que mi papá no quería que su mayor admirador lo viera acostado en una cama y no poder hablarle, así que hizo lo que pensó que era mejor y se murió unas horas antes de que Tomas aterrizara. Esto fue en agosto de 2005 y, desde entonces, mi hermano ha tenido un viaje largo y nada fácil lidiando con ansiedad y ataques de pánico (algo que creo que MUCHOS de nosotros sentimos, pero no los llamemos por su nombre). Durante este tiempo he tenido que presenciar a mi siempre increíble hermano pasar por períodos muy oscuros y dudar de sí mismo y de lo increíble que es. 

Tomas siempre ha sido artístico y armar y desarmar cosas siempre le ha fascinado... así que estudió negocios y comercio electrónico y, por un tiempo, enterró esa parte de sí mismo. Hace unos años Tomas empezó a crear cosas de nuevo, construyendo, inventando y aprendiendo cosas nuevas porque le parecía divertido. Después de haber estado en su casa durante dos Navidades, pude ver lo bueno que ha sido para su salud mental (¡y la mía!). 

La última vez que estuve allí hicimos esta tabla de cortar juntos. Hicimos todo, desde seleccionar qué madera usar de unos pedazos que tenía allí, hasta poner nuestros nombres en la parte de atrás. Hacer esa tabla fue increíble, usamos herramientas divertidas, pude ver a mi hermano como maestro, pudimos pasar tiempo de calidad juntos lejos de pantallas y del mundo exterior y ahora tengo la tabla de cortar más bella del mundo. Tomas está lejos de ser un humano perfecto, pero es mi hermano perfecto (incluso con todas las peleas en nuestras vidas). Me encanta verlo otra vez ser el en toda su gloria con alguna que otra cicatriz de batallas que simplemente lo han hecho más maravilloso.

No estoy haciendo una tabla de cortar hoy, pero estoy haciendo un poco de punto de cruz. Esa actividad inútil que me enseñaron en el colegio, me salvó mi salud mental y potencialmente una parte de mi vida después de la muerte de Olivia. ME ENCANTA el enfoque que necesitas, la mente clara sin preocupaciones más allá de qué color va en qué cuadrado, y la sensación de progreso que obtienes cuando ves que la imagen se va logrando. Espero que puedas construir algo increíble hoy, y también espero que tengas un hermano (de sangre o elegido) tan alucinantemente épico como el mío. ¡Te amo Tomate!

Día 4: Recoge fresas o comprarlas y haz un jugo o postre de verano

Aggie y yo comenzamos a trabajar juntas cuando yo estaba embarazada de Eloise, por lo que ella nunca conoció a mi versión pasada, cuando estaba "completa". Siempre fuimos simpáticas la una con la otra, pero en realidad nunca tuvimos una conversación completas o profunda más allá de hola y chao. Creo que en parte era porque yo estaba aterrorizada del mundo cuando estaba embarazada de Eloise y no quería nada nuevo que pudiera cambiar las cosas, así que me mantuve alejada. 

Cuando regresé al trabajo en el 2019, empezamos a hablar más porque compartíamos puntos de vista en algunas molestias laborales, y recuerdo haber pensado: ¿Por qué no nos hicimos amigos antes? ¡Ella es tan increíble! Aggie se fue de licencia maternidad en verano y yo la seguí en septiembre del 2019 cuando iba a nacer Polli. Y de pronto, llegó COVID, y el mundo cambió (no para mejor) y luego "volvimos al trabajo" en un entorno completamente remoto que haría imposible crear relaciones y conectar con otros realmente... eso pensaba yo. Durante ese tiempo de trabajo completamente remoto hice algunas conexiones extremadamente significativas, una de ellas con Aggie. Ambas sentimos que habíamos pasado por una guerra y estábamos un poco desorientadas en este nuevo mundo. Ella regresó al trabajo varios meses antes que yo porque estuve en una rotación por 6 meses, y realmente Aggie fue increíble ayudándome a entender todo lo nuevo en nuestro equipo y trabajo. Por mi lado, yo tuve el beneficio de hacerme amiga de una persona mega genial.

En septiembre del año pasado (2021), Aggie me contó que estaba embarazada, estaba muy emocionada de tener un niño y hablamos un rato sobre segundos embarazos, niños y, sobre todo, le decía lo increíble que se veía. Esa misma semana volvimos a hablar y me dijo que le preocupaba que aún no había sentido a su hijo moverse (tenía 20 semanas) y acordamos que le preguntaría a las parteras pero que probablemente era demasiado pronto y también dependería de dónde estuviera su placenta. Creo que fue al día siguiente o dos días después cuando recibí un mensaje de nuestra amiga Jackie diciéndome que Aggie había recibido las peores noticias del mundo y quería comunicarse conmigo. Lloré por ella y su hijo, incluso antes de hablar con ella o saber lo que pasó. Le mandé un mensaje inmediatamente y desde ese entonces hemos forjado una amistad increíble.

Antes de contar la historia de Aggie, quiero que sepan que esta (y otras publicaciones de este mes) hablan sobre la terminación por razones médicas (TFMR es la abreviación en inglés). Si puedes leer con el corazón abierto, sigue leyendo. 

Charles Dawborn (Charlie) nació el 4 de octubre de 2022 y falleció poco después en los brazos de su mamá. El día que Aggie se hizo la ecografía de la semana 20, recibieron la noticia de que Charlie tenía algunos problemas que significarían que su vida terminaría lentamente en la barriga de su mamá y que él estaría sufriendo. Entonces los médicos les preguntaron qué querían hacer, sabiendo muy bien que no había una realidad alternativa. No puedo imaginar estar en esa posición y la angustia y la fuerza que Aggie y Tom deben haber sentido cuando tomaron la decisión de ser inducidos para poder conocer a Charlie y que así el pudiera fallecer siendo abrazado por su mamá y papá. 

Esto es lo que Aggie me escribió cuando le pregunté cuánto de su historia podía compartir (traducido del inglés): “Siéntete libre de compartir todo lo que quieras sobre Charlie. Quiero que la gente sepa más sobre la angustia detrás de TFMR, especialmente dada la situación en los EE. UU. Yo no habría podido sobrellevar el dolor de tener que llevarlo a término sabiendo que la falta de líquido amniótico que tenía significaría que estaba sufriendo y luego fallecería unas pocas horas después del nacimiento. Fue la decisión más desgarradora de mi vida, pero al menos TENÍA la opción y la opción era no dejarlo sufrir”. 

He visto personas (especialmente últimamente) que no tienen empatía hacia alguien que decide interrumpir un embarazo incluso sin conocer la historia completa. Esto me enoja de maneras inimaginables. La angustia de perder un hijo es inexplicable, y si le añades la sensación de saber que tienes que dar ese paso porque es, literalmente, la mejor y más amable opción para su bebé… Lo último que necesitan esos padres es juicio, todo lo que necesitan es compasión y amor infinito. Habrá más historias como la de Aggie este mes y me siento honrada de que estas mujeres me hayan permitido compartir sus historias para que todos puedan escuchar el lado de la madre aquí. 

En cuanto a la actividad, a Aggie le gustaban mucho las fresas cuando Charlie estaba en su barriga y creo que incluso fueron a recoger algunas. Nunca he recogido fresas y siempre quise hacer esto; y aunque estoy en Francia hoy y no hay granjas por aquí, nos comimos una montaña de fresas con todas mis niñas e iré a esa granja en junio.

Comiendo fresas en el cementerio con nuestras tres hijas

Día 3: Date permiso de imaginarte quiénes serían hoy. Escríbelo y siéntelo todo

Este día llega cortesía de mi amiga Ana Corina Sosa. No tengo idea de cuándo nos conocimos, pero definitivamente éramos chiquitas (tu fuiste a Navajivan?). Así que ha pasado MUCHO tiempo. Siempre hemos tenido amigas en común y cuando vivíamos las dos en Caracas éramos parte de algunos de los mismos grupos. Nunca le he dicho esto, y ella cuando le mande esto para que lo apruebe, pero Ana Corina fue una de las pocas personas con bebés que no dejé de seguir en 2016. Su primera hija (una réplica exacta de ella) nació en julio de 2016. La fecha en la que en teoría Olivia llegaba era el 7 de julio. Si bien estaba más que feliz por todos mis amigos y sus bebés de 2016, simplemente no podía sonreír cuando mi corazón estaba literalmente roto. Con ella,  no podía dejar de ver sus posts porque me ayudaba un poquito a soñar despierta cómo sería mi vida con su línea de tiempo (timeline!). Olivia se parecía mucho a mí, así que me preguntaba si yo también tendría un "Polly Pocket". 

Lo primero que pensé cuando supe que Ana Corina estaba embarazada de su primer hijo fue si él también iba a ser exacto a ella. Entonces, cuando 4 meses después, escuché la noticia de que su hijo había muerto, sentí que alguien me dio un puñetazo en la cara. Siempre he pensado que Olivia estaría aquí si yo hubiera estado en Venezuela cuando sucedió todo, los médicos son más cuidadosos y revisan constantemente al bebé y la placenta. Así que no podía creer que esto le hubiera pasado a alguien a quien conocía tan bien y menos estando en Caracas. Más tarde supe que a Ana Corina le dieron malas noticias cuando tenía 26 semanas de embarazo, no lo creyó y buscó una segunda opinión y las cosas se complicaron un poco más. Ella pensó (como yo lo hice) que todo estaría bien cuando él llegara aquí. Desafortunadamente, el hijo de Ana Corina se unió a Olivia en “magic land” en septiembre de 2018. Este es el post que Ana Corina puso cuando compartió a su hijo con el mundo:

“Mi bebé amado! Hay tantas cosas que quisiera escribirte o poder explicarte... Me hiciste muy feliz durante 9 meses que estuviste acurrucado en mi barriga... Si alguien me concediera un deseo pediría un embarazo eterno... Uno en el que jamás llegara este final. Pensé que me había preparado, pero no... No hay manera humana de prepararse para vivir esto... Aunque no lo entienda y literalmente sienta que me abro en dos de dolor, me tocó devolverte a PapaDios el día que llegaste y tendré que suponer por el resto de mi vida cómo hubiera sido verte crecer... Contigo se fue la persona que fui, se fue mi inocencia y un pedazo de mi corazón que te acompañará siempre. Estoy agradecida por el ratico que pude verte, cargarte y besarte y volvería a pasar por todo otra vez sólo por revivir ese instante. Hijito de mi vida... Nunca creas que te olvido... Nadie te va a reemplazar. Te imaginaré en cada juego de fútbol, en cada Lego, en cada disfraz de superhéroe... Viniste a enseñarme muchas cosas pero sobretodo que la vida no es lo que uno quiere ni planifica sino lo que Dios nos tiene preparado... Ahora sé, gracias a ti, que puedo hacer cosas difíciles porque ya hice lo imposible. Espero que sepas que hubiera dado mi vida por la tuya sin pensarlo... Pero me ha tocado entender que más bien viniste tú a dar la tuya para que tu papá, tu hermanita y yo estemos mejor... Eres nuestro héroe y así te recordaremos siempre. Goza en el Cielo, me lo imagino más chévere que Disney para ti! Si hubiera días de visita te prometo que sería la primera en llegar y correr a abrazarte. Cuídanos y espéranos que algún día nos volveremos a encontrar. Te amamos mucho, Tu Papi, tu hermanita y yo.”

Cuando le pedí a Ana Corina que participara en esto, no estaba segura de que me dijera que sí, pero estaba emocionada y feliz y este fue el mensaje que me mandó después:

Normalmente hago esto todos los años, pero no sé si es demasiado triste. “Siéntate e imagina por un día cómo sería él/ella… Sus ojos, su risa, su personalidad, su superhéroe favorito… Anótalo y llora. Está bien." 

No creo que esto sea triste en absoluto y ME ENCANTA tanto esta idea porque tengo mucho tiempo haciendo algo parecido. Empecé a hacer esto después de la muerte de mi papá en el 2005. Muchas veces en mi vida me pregunto qué diría él sobre esto, cómo sería su relación con Pierre, ¿me visitaría a menudo? A veces incluso tengo conversaciones completas con él en voz alta. Unos años después de mi papá, uno de mis tíos (Netos) se murió de manera muy inesperada y también comencé a hablar con él y a pensar cuánto le hubiera gustado estar en mi boda. Hablo con ellos dos con bastante frecuencia, incluso sobre cosas mundanas como lo que voy a comer hoy (mi tema preferido!). Toda esta realidad alterna se basa en los recuerdos que tengo de ellos y todas las cosas que tuvimos la suerte de compartir. 

Pero cuando murió Olivia, todo lo que tenía eran esperanzas y sueños de quién sería ella. Sinceramente, creo que la conocí muy bien cuando estuvo aquí en mi barriga. Estuvimos muy sincronizadas durante esas 37 semanas, sabía sus comidas favoritas, qué tipo de música le gustaba, qué le daba hipo y qué la haría saltar para chocarme los cinco. Pero eso fue todo, no puedo escuchar su voz cuando tengo conversaciones con ella, no puedo saber de qué color eran sus ojos, el sonido de su voz o qué miembro de la familia en Encanto le gustaría más. Aquí es donde entra en juego la idea de Ana Corina. De vez en cuando me doy permiso para soñar la persona que sería Olivia hoy, qué la haría “perder los papeles” de rabia, ¿le gustarían las cosquillas, sería cariñosa o no le interesarían los abrazos? Sé que le gustaba el libro “But not the Hippopotamus”, ¿le seguiría gustando a sus casi 6 años? Pienso en esto con bastante frecuencia, pero nunca me he dado el espacio para explorar realmente mis pensamientos e imaginación y sentir lo que venga. ¡Hoy es el día, deséenme suerte!

Esta escultura del artista Martin Hudáček es un poco controversial, pero a mi me encanta lo bien que explica el dolor y el luto eterno de una mamá

2172

Esos son los días que han pasado desde que nació Olivia. Esos son los días que han pasado desde el único día en que pude estar con mi primera hija afuera de mi barriga. No ha pasado un día en el que no piense en ella, diga su nombre o la extrañe más de lo que alguna palabra pueda explicar.

Este año, los días y las fechas se alinean exactamente igual que en el 2016. Este sábado fue mi baby shower espectacular… y también fue la primera vez que fui al hospital porque Olivia no se estaba moviendo como siempre. Yo estoy constantemente reviviendo todo lo que pasó, lo bueno y lo malo, pero este año siento que todo es como demasiado.

Quiero compartir un dato curioso cero divertido, yo no he podido ir al baño principal de mi oficina desde el 16 de junio de 2016. Fue ahí cuando “me cayó la locha” que algo estaba mal, me dije en voz alta: Está flotando. Llené mi botella de agua y me fui al hospital. Más nunca he vuelto y no tengo ninguna intención de hacerlo en el futuro próximo.

Esta es la sexta iteración del calendario de Olivia y es realmente una MUY especial. En los últimos años, le he pedido a familiares y amigos que me dieran ideas de actividades para poner, ha sido lo máximo ver como todos han querido estar involucrados. Las invitadas de este año y yo tenemos una conexión en otro nivel más allá de ser amigas y/o familia. Aparte de algunos días que me guardé para mí, la mayoría de las actividades me las dieron mamás que han perdido bebés.

No todas las pérdidas han sido iguales, y cada día van a leer más de cada una de ellas, pero la constante es la pérdida de nuestros hijos que todas hemos tenido. Todas hicimos todo perfecto, todas amamos a nuestros bebés desde el momento que vimos el positivo en la prueba de embarazo, y todas estamos viviendo sin uno o más de nuestros hijos. 

Este es el calendario más importante que he hecho hasta ahora. Quiero que todo el mundo oiga cada voz y cada historia que quiera ser dicha. Quiero que sepan que esto le puede pasar a quién sea y que no hay nada de lo cual sentirse avergonzada. Siempre he sentido que somos nosotras las que andamos marcadas en la sociedad o hasta nos auto proclamamos “pavosas” por lo que hemos pasado. Sé que mucha gente prefiere que estas historias no se digan para no asustar o bajar el estado de ánimo del embarazo. Yo estoy en total desacuerdo.

Hasta el 16 de junio de 2016, yo no tenía ni la menor idea de que una bebé perfectamente sana se podía morir a la semana 37 de un embarazo perfecto. Nunca había escuchado historias de alguien a quien le hubiera pasado, nunca vi una película o serie de televisión en la que pasara, así que para mí, esa nunca fue una posible realidad. Si hubiese sabido, no me hubiese ido del hospital el 15, me hubiese quedado pegada a todas las máquinas posibles hasta que ella estuviese conmigo sana y salva. La muerte de Olivia pudiera haber sido prevenida, si tan sólo hubiese sabido que se podía morir antes de nacer. Daría lo que no tengo por haber leído una de las cientos de historias que conozco hoy, siento que me hubiese dado herramientas para saber que mi conexión con Olivia era perfecta y que debía haber confiado más en mi cuando las parteras y un doctor me dijeron que todo estaba bien, que era que se estaba quedando sin espacio. Yo sé que todos saben lo devastadora que ha sido la muerte de Olivia para mi, yo sé que la gente que me quiere también la han pasado mal por mi y por la niñita a la que todos esperaron ansiosamente. No me cabe duda que todo el mundo entiende la magnitud de mi pérdida (¡y también porque nunca paro de compartirla!). Esta es mi historia.

Durante junio, espero traer conciencia a muchas otras historias de pérdidas: las que lamentablemente no se podía hacer nada, las devastadoras donde los padres tuvieron que tomar la decisión más difícil de sus vidas y algunas como la mía. Todas pasaron en momentos distintos y el mundo nos ve de maneras distintas cuando piensan en la pérdida de un bebé. Yo siento que nosotros nos vemos iguales entre nosotros, mamás y papás que perdieron a una hija o hijo y que haríamos lo imposible porque estuvieran aquí con nosotros.

¡Como siempre, hagamos que Junio sea épico!

Mariana